miércoles, 25 de mayo de 2016

¿Remakes? ¿Secuelas? ¡Sacacuartos!

No todo es mierda en este mundo.
Señoras, señores, somos esclavos del consumismo. ¿Vaya novedad, no? En realidad, esto es una cosa que ya todos sabíamos. Que el gobierno y las empresas son más usureras que el Tío Gilito no es ningún secreto. Pero la cosa es, que el señor Cuervo se ha ido unos días, y en ese tiempo he estado leyendo para escribir artículos, pero como aún no he tenido tiempo a leerme el libro que estoy leyendo (PRÓXIMO ARTÍCULO: HYPE) y los horarios impuestos por Cuervo son demasiado estrictos, tenía que hacer un artículo para amansar a la muchedumbre. Y, pensando en todo esto del dinero, me dije que por qué no hablar de la gran estafa de las productoras de películas para sacar dinero: LOS REMAKES (¡chan chan chaaaan!).

Para el día de hoy, voy a hablar genéricamente de todas aquellas segundas partes que no tienen absolutamente nada que ver con su antecesor, profundizando en algunos casos en concreto. Y es que; ¿qué es una segunda parte? Una segunda parte es la continuación de algo. Y, en este mundillo, solo los mejores tienen derecho a segundas partes. Desgraciadamente, parece que hoy en día, si escribes una novela y no es una trilogía (o decalogía si eres Brandon Sanderson) no eres nada. Normalmente, la idea de una segunda parte está bien. El hecho de que mejor o peormente explicado sepamos como continua la aventura de los protagonistas de nuestra novela es algo que los lectores muchas veces aclaman, pero a veces, si algo está bien déjalo como está. Esto lo sabe todo el mundo. Pero eso en el mundo de las películas no pasa. Todo lo que dé dólares es bienvenido. Y aquí es donde presento mis 4 grupos para sacar dinero correctamente en el cine.

1-Los remakes: A veces camuflados como “segunda/tercera/… parte”, estos son los menos peligrosos ya que acostumbran a salir bien. La técnica consiste en coger algo que todos conocemos, que a todos nos resulta familiar, algo con lo que saben que va a ir gente a ver la peli porque “sus padres tienen el VHS de la peli y dicen que en su época era la bomba”. Los ejemplos que ahora mismo me vienen a la cabeza son varios. El primero es Riddick. Realmente todas las películas protagonizadas por Vin Diesel me parecen aceptables, pero en especial la última es una copia barata, con mejores efectos especiales, pero barata, de la primera. Sin embargo, la saga se lleva mi aprobado. Éste tipo de remakes también se suelen encontrar en la fantasía infantil, como el “REMAKE” de Alícia en el país de las Maravillas o el recientemente rehecho “Libro de la selva”.


2- Los prolongamientos: Estos son, sin lugar a duda, los peores. Antes de explicar en qué consiste, os pondré algún ejemplo (para que entendáis por qué duele tanto que hagan esto). Fans de Harry Potter, ¿os acordáis cuando anunciaron que iban a partir la última película en 2? Y, en el fondo, todos sabemos que las “2” películas fueron grabadas al mismo tiempo y podrían haber sido perfectamente una sola, pero no, hagamos esperar a los millones de seguidores un añito más por tal de sacar más dinero cuando sabemos que la mayoría de personas que van a ir a ver la película son fans que ya saben el final y ya saben cómo va a acabar todo. Esta clase de “aberraciones” suceden cuando la empresa decide partir una película en 2 para duplicar literalmente sus beneficios. Incluso a veces, deciden TRIPLICAR la película. En esos casos, de un libro excelente salen unas películas extremadamente horribles. Si no, ved las películas de El Hobbit y luego leeros el libro. Veréis la diferencia, VERÉIS.

3- 2ª Partes que nunca llegan: Estos casos son especiales, porque a veces las películas que salen son obras maestras. Estoy hablando de películas que o bien no tienen un final conclusivo y dan a entender que va a haber una segunda parte o que gracias a su director o a quien sea sabemos que vamos a tener segunda parte pero a día de hoy aún no ha llegado. En este caso, nos encontramos a dos peces gordos y a uno de diminuto. Star Wars, gente. Creo que no necesita explicación. El otro pez gordo es Avatar. La obra maestra de James Cameron está confirmada para ser una serie de 3 películas o incluso 4, pero de la película de Avatar ya hace más de 6 años gente. 6 Años, que se dicen rápido para esta película. Y, hablando de Avatar, si en vez de hablar de películas os hablo de series ¿os viene algo a la cabeza? A mí me viene la serie de Avatar: El último maestro del aire. Esa serie de dibujos animados que algunos de nosotros hemos visto en alguna etapa de nuestra vida tenía una buena historia para dar una película. Y la obtuvo (El último maestro del aire), pero la empresa, que buscaba dinero, quiso dividirla en 4 partes con la excusa de que “Ah, fuego aire agua y viento, ¿no? Pues 4 partes.” Película del 2010.
Me ha venido de perlas encontrar esta justamente. Como anillo al dedo.

4- Las innecesarias: Este es el grupo más conocido, el más común y, afortunadamente, el que menos daño suele hacer. Básicamente una empresa saca una película que es tan buena que, siguiendo el argumento, deciden sacar una segunda. Aquí hay TANTÍSIMOS ejemplos que realmente casi a cualquier película le pasa esto, pero por ejemplo Hellboy tuvo 2 parte no por sus cómics sino por sus fans (aunque todos sabemos que la 1ª peli de Hellboy es mejor). Y, si estás leyendo esto antes del verano de 2016… ¿no oyes esa música? ¿Seguro? Mira, mira, fíjate... en la lejanía. Es como un murmullo que rezuma ectoplasma... ¡Ghostbusters! Nananana nana…

(No voy a ponerle ni foto... ¡Sacacuartos!)
En fin, ahí me teneis hablando de algo. Realmente no es crucial para nadie, pero siempre es curioso ver como se aprovechan de nosotros de mala manera.


Por cierto, mención especial al intento de pseudo-película de Dungeons and Dragons. Iba a ser (cómo no) una trilogía, pero es TAN MALA que se quedó en una vergüenza para todos los que colaboraron en esa aberración.






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