lunes, 8 de agosto de 2016

Stranger Things (Reseña) Cuando Netflix la volvió a liar



Imaginad que las patatas son Stranger Things y que yo soy Eleven.

La mejor música para leer este post: el tema principal de la serie.

En Netflix son muy avispados, creo que le ponen el mismo cariño a sus series que una mamá a las galletas que prepara para sus hijos la mañana de Navidad (por decir algo). Y es que ya me han vuelto a robar el corazón con la última de sus series; así es, como habéis leído en el título: Stranger Things.

No puedo hablar desde mi propia experiencia, ya que soy demasiado joven, pero creo que de los que nacieron entre 1970 y 1980/85 esta serie les puede traer muchos recuerdos de infancia. Son solo ocho capítulos, pero esos ocho capítulos vas a sufrir como un condenado y serás esclavo de Netflix por varias horas (en mi caso, ya que la vi entera en 24 horas o puede que menos).

Y con esta serie he desbloqueado dos logros nuevos en mi colección de logros personales: 

La primera serie que he visto en inglés sin subtítulos… bueno, menos el primer capítulo y los veinte primeros minutos del segundo, pero lo hice por necesidad, para probar como sabían el uno y el otro, y al final acabó venciendo la V.O. (obviamente).

El segundo logro es que esta serie ha sido la primera (incluyo también películas) que he visto en toda mi vida y que me ha hecho llorar. No como una niñita, con lagrimones grandes como panes cayendo de mis ojos, pero si lágrimas.

Bueno, ya llevo un trozo hablando y divagando sobre esto y aún no he empezado, pero dejadme un poco más. En esta reseña puede que comente detalles cruciales sobre el desarrollo de la serie, así que te recomiendo que la veas antes de leer este artículo (deseamos que vuelva pronto), aunque debes verla igualmente. Yo ya he avisado, si decides seguir, allá tú. Empecemos con la reseña de Stranger Things de Netflix.

Noviembre de 1983: Mike, Lucas, Dustin y Will están en el sótano de este primero con un asunto muy gordo entre manos… matar a un Demogorgon en Dragones & Mazmorras (o Dungeons & Dragons para los más puristas). Esto ya se ganó un lugar en mi corazoncito, porque yo soy lo que se conoce como friki. Un friki que juega a juegos de rol, por supuesto ¿por quién me habéis tomado? ¡Que me conozco Gigamesh de cabo a rabo! Sigamos. Por lo visto, no es sano jugar durante 10 horas seguidas a D&D, por lo que se hace tarde y deben volver a casa.
Me he visto en la obligación moral de poner este GIF.

Cuando vuelven a casa en bici, Will ve algo en medio de la oscuridad (cuando ya está solo) y se desvía del camino, corriendo a través del bosque hasta llegar a su casa y pasar luego a una cabaña/taller donde pilla una señora escopeta y la carga para esperar al bicho que le está persiguiendo. ¿Problema? Que el bicho es un bicho chungo y se le aparece detrás, las luces parpadean y los dos desaparecen.

A partir de ahí, pues lo normal: empiezan a buscar al chaval. Los amigos de Will intentan encontrarlo por su cuenta, pero en lugar de eso se encuentran con una niña rapada con un pequeño "011" tatuado en la muñeca y vistiendo una especie de camisón como los que llevan en los hospitales… todo esto lloviendo y en medio del bosque. Lo más guay de todo es que la niña tiene súper-poderes.

De aquí en adelante el objetivo es encontrar a Will, sencillo ¿no? Bueno, a ver qué tan fácil os parece trae a un niño desaparecido desde otra dimensión

Hay muchas cosas que molan en esta serie, por ejemplo (y esto va para los más mayores): las referencias. Series, películas, juguetes… yo no las sé todas precisamente porque soy mucho más joven, aunque por lo que he oído, apela bastante a la nostalgia (anda mira, ¡aprende J. K. Rowling!).

Algo en lo que creo que hay que poner especial atención, es en las actuaciones. Winona Ryder hace un gran papel y a medida que pasan los capítulos te sientes tan mal como ella por lo que está pasando. Otra actriz que creo que lo ha hecho de putísima madre rematado con un doble tirabuzón y con un broche de oro es Millie Bobby Brown más conocida como Eleven o Ele. ¡Que esa niña solo tiene 12 años! Su actuación es acojonantemente realista y me encanta. Para mí estos son los dos mejores personajes, sin duda.

Aunque también tengo que decir que las dudas que tienen Mike, Dustin y Lucas son muy humanas y bastante más maduras de lo que yo pensaba que iban a ser. Todo está más que pensado, y esas pequeñas sub-tramas que se desarrollan al mismo tiempo me parecen una delicatesen. 

Hay algo que tengo que reconocer y de hecho creo que lo dije por Twitter, y es que esta serie me recordaba tremendamente a los Goonies, una película que me ha visto varias veces y me sigue pareciendo una maravilla de los 80’s. “Los Goonies pero con dimensiones alternas y telequinesis” dije más o menos. 

Los momentos de tensión son muy jodidos, porque te tienen con los pelos (o las plumas) de punta, tembloroso y con la respiración contenida. Recuerdo que al final de segundo o del tercer capítulo (tras comprobarlo, es en los dos) lo pasé muy mal. Y hablando del final del segundo capítulo, eso me lleva a otro detalle.

La muerte de Barb no me impactó demasiado. A ver, te jode ver el cuerpo medio podrido y con las babosas putrefactas, pero no se molestaron apenas en hablarnos de ella, a diferencia de Will, que nos mostraban flashbacks y cosillas que habían pasado antes de que se lo llevaran. Pero dejemos esto a un lado y centrémonos en lo que estoy intentando evitar a toda costa, pero tengo que hacerlo. ¡Tengo que hacerlo, joder! Vamos a hablar del final.

De las cosas más bonitas que veréis en la vida.
El final de Stranger Things trae consigo muchos sentimientos (muchos feels). Como ya he dicho antes, lloré. No a lagrimones, pero sí (como ya he dicho antes). Y es que la escena en la que Joyce y Hopper encuentran a Will e intentan reanimarle con las imágenes de la hija enferma de cáncer de Hopp pudieron con mi maligno corazón de ave del infierno (ahora me acabo de pasar). Y además tras pocos minutos de que Michael le declare su amor a Ele y le dé un beso ella se sacrifica para eliminar al monstruo (las teorías conspiranóides ya han empezado a volar). Es que la escena en la que Mike y Ele hablan sobre el baile del instituto es demasiado bonita. Es acordarme y ponerme moñas.

Y llegando ya al final, final, me pareció bueno en algunos aspectos y no tanto en otros (bueno, uno de cada). ¿Lo bueno? Que al final Nancy no esté con Jonathan. Hubiera sido demasiado evidente y aunque era lo que todos hubiéramos deseado (y yo no lo quería precisamente por eso, hubiera sido un topicazo), pero las cosas, como la vida misma, no siempre acaban como uno quiere y espera, y por eso me encanta. Luego está lo de que Will aún tenga el parásito ese encima, lo que creo que fue un poco la excusa para sacar la segunda temporada. Porque sí, soy de los que creen que la serie ya es perfecta tal y como es y no necesita una segunda temporada.

¡Último error! Bueno, no es un error de la serie; sino de la sociedad: Cuando Jonathan y Nancy (lo que se supone dos adolescentes de unos 17) van a la ferretería, le piden al dependiente que les ponga 4 cajas del calibre 38 ¡y el tío se los pone como si nada! La única respuesta lógica que se me ocurre es la respuesta que daría Loquen: (mano sobre el pecho y recto como una escoba) Améeeericaaa… Améeeericaaaa…

Tras esta última reflexión, creo que es un buen momento para concluir la reseña (no ha sido demasiado extensa). Si habéis llegado hasta tan abajo quiere decir que habéis visto los ocho capítulos (no sé si tan del tirón como yo), me gustaría saber cuáles son vuestras opiniones al respecto. Si estáis de acuerdo con la mía… Si no… Ah, y que compartáis siempre me hará feliz. Buenas noches y soñad con los cuervos.
El póster me recuerda tanto a los de Star Wars...

TÍTULO: Stranger Things
CREADOR: Los hermanos Duffer (Matt y Ross)
AÑO DE SALIDA: 2016
CAPÍTULOS: 8
DURACIÓN: 55 minutos
PRODUCTORA: Netflix
NOTA: 9/10 (me hizo llorar, se lo merece)

3 comentarios:

  1. Esta serie roba el corazón y yo también acabé llorando como una magdalenas. La verdad es que no tenía muchas expectativas con ella cuando empecé, pero bastó un capítulo para que no pudiera parar hasta ver toda la temporada en un par de días.
    Lo que más me ha gustado, además del amor que se respira en su realización, son sus personajes, Once y el sheriff Hopp, que me sorprendió gratamente.
    Me alegro de que esta serie esté gustando tanto, merece ser vista.
    Un beso
    Lena desde Compases Rotos

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    Respuestas
    1. Llega a la patata, sí. Ya que te has pasado alguna otra vez por aquí aprovecho y te digo muy subliminalmente: sigue al blog... que conste que es muy subliminalmente. El sheriff también tiene su encanto, pero como Joyce nadie. Yo espero que no saquen la segunda, pero harán lo que quieran.
      Ya lo he dicho todo, lo me queda decirte que espero volver a verte por aquí. Craa

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  2. Tengo mucho hype, pero necesito saber que tengo tiempo para ver capítulos seguidos y no sufrir, por lo tanto, para mi se guarda hasta septiembre que la jornada laboral me da un respiro de nuevo tras el agónico verano. Un abrazo o picotazo, no sé que se destila entre cuervos :)

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