viernes, 28 de octubre de 2016

Mouse Guard (Reseña) Sí, pero le falta




La portada es chula, la verdad (aunque luego hatee un poco)

Este es el último cómic que me cogí de la biblioteca, pero con este hay una diferencia y es que Norma Editorial lo tradujo al catalán (también hay la versión en castellano). Es el único que me he leído en catalán y la verdad es que el trabajo de traducción ha dejado bastante que desear, la verdad. Pero no nos pongamos aún con el análisis/crítica y dejadme dar un par de pinceladas sobre este cómic para poneros en contexto.

La historia de este cómic recuerda mucho a las típicas novelas/películas/cómics de aventuras en la época medieval con peleas de espadas y viajes por senderos, aunque en lugar de haber caballeros y dragones, hay ratones y serpientes. En cierto modo, me ha recordado mucho a los Guardianes de Ga’Hoole. Y si os gustó la historia de las lechuzas, puede que esta os satisfaga. Pero ¿con qué nos vamos a encontrar en este cómic? ¿Qué nos va a contar el señor David Petersen?

Empezamos con tres ratones guardianes: Liem, Kenzie y Saxon, los cuales van en búsqueda de un mercader desaparecido, pero descubrirán que este ratón era más que un simple mercader de grano y es en este momento cuando las cosas empiezan a complicarse. Peleas, espadas, animales que se cruzarán en el camino de nuestros ratones y un ritmo demasiado frenético para mi gusto son lo que nos vamos a encontrar en estas 200 páginas (además de un par de frases sino más que no sé yo si son un homenaje a otras obras o qué son…).

Tal y como he dicho, el ritmo de esta historia es demasiado rápido, apenas hay tiempo para la discusión. Es como si hablar apenas importara y los acontecimientos siguen a un ritmo igual de constante su rumbo claro y sin parones hacia un final que se merece un claro “meh” como calificativo. Porque este es el número 1 del cómic (el primer tomo), que sí que hay una pequeña precuela que obviamente salió después, pero es que no da la sensación de ser un primer tomo. ¡Parece más como si fuera un segundo o incluso un tercero! Y puede que sea demasiado exigente para un cómic destinado a un público quizás más joven, pero es que no me terminaba de cuadrar.
 
Por ejemplo, en los típicos momentos en los que un desconocido se encuentra a los protagonistas y este les apunta con un arco y tienen que convencerle para que no les ensarte una flecha entre ceja y ceja (¿comprendéis a qué clase de momento me refiero?); pues este momento (de los cuales hay varios, más o menos) se termina en un par de frases. Y eso me deja frío y hasta un poco engañado.

Hay más cosas tipo lo que os acabo de contar, pero prefiero no hacerlo, no vaya a ser que os cuele algún spoiler…

lunes, 24 de octubre de 2016

Spoilers



 

Spoilers. ¿No os gustan los spoilers? ¡Claro que no! A nadie le gusta que le chafen la historia que está viendo/leyendo, en eso estamos todos de acuerdo. Excepto alguien que yo me sé, que se leyó la reseña de Stranger Things sin verse la serie y le dio igual (eso es no tener corazón… pero con amor eh). Bueno, que no nos gustan los spoilers. Pero ah… ¿cuál es el problema realmente? Como siempre: la gente. Porque este es un tema de debate. ¿Qué es un spoiler y qué no?

Seguro que conoceréis a gente así. Pues lo que me propongo hoy es definir un poco más la borrosa línea del spoiler. Si veníais esperando una reseña lo siento, hoy me apetecía escribir esto, y si os mola y os interesa seguid leyendo y acompañadme en mis desvaríos (y compartid, que me haréis feliz).

Primero de todo… ¡clase! ¿Qué es un spoiler? Según la señora Wikipedia, sede universal del conocimiento para vagos: Se llama "spoilear" a la descripción de una parte importante de la trama de un programa de televisión, película, libro, etc; antes de que sea exhibido al público. En español, también es correcto emplear expresiones como «descubrir» o «destapar el final». El vocablo spoil viene del idioma inglés y puede traducirse como «echar a perder», «estropear», «arruinar», «destripar» o «descomponer».

Si lo buscáis en Google Imágenes te sale esto

Eso equivale a la Boda Roja por lo menos.
Bueno, dejemos de lado los coches y los tuneados. Centrémonos en la definición de encima. Esto de “antes de que sea exhibido al público” no acabo de verlo claro, porque si todo el mundo se ha leído tal libro, si no te lo has leído pueden hacerte spoilearte, pero este ya ha sido “exhibido al público”. Así que esta parte de la definición no nos la vamos a tomar al pie de la letra porque no es del todo cierta. Vamos, en la humilde opinión de vuestro amigo y vecino Cuervo. Y por eso, niños, no debéis hacerle siempre caso a internet

viernes, 21 de octubre de 2016

Ray & Jack - Capítulo 1: Montgomery (Relato)


     —Ray—dijo Jack.
     —Dime, Jack—respondió Ray.
     —¿Cuánto llevamoz ezperando?
   —Unas... dos horas—contestó Ray consultando el reloj de su brazo izquierdo inferior mientras se ajustaba la boina con las manos de los dos superiores.
     —¿Jugamoz al veo-veo?

Ray fijó sus ojos redondos y brillantes en los gigantescos de Jack que se escondían bajo el ala ancha de su sombrero de vaquero. Suspiró y con resignación cantuseó:

     —Veo-veo…
   —¿Qué vez?—Ray miró por el retrovisor y vio a un coche que se acercaba rápidamente.
     —A los cabrones a los que tenemos que reventar el culo.

Ray giró la llave en el contacto y el motor se encendió. Cogió el volante con las dos manos superiores, el cambio de marcha con la derecha inferior y la pistola con la izquierda inferior—con la que apuntaba peor—, que sacó por la ventanilla. Empezó a llover y rápidamente el chaparrón cayó con toda su furia. Ray cerró la ventanilla y se guardó la pistola.

     —¡La próczima vez no me lo digaz, tengo que adivinarlo yo!

Ambos coches eran negros y relucían bajo las farolas, con el agua resbalando sobre el chasis bruñido. Los que conducían el coche al que perseguían seguramente se dieron cuenta de ello, así que aceleraron para darles esquinazo. Ray apretó el acelerador y cambió de marcha. Cogieron una curva muy cerrada, Jack se pegó al cristal.
     
     —¡Ponte el cinturón de seguridad, joder!
     —Zí, zerá lo mejor.

El coche de delante iba en zic-zac para intentar despistar. A esas horas y en ese barrio no había circulación, y normalmente tampoco la había, estaba casi abandonado.

Ray miraba hacia delante con la mirada fija en el coche, atento ante cualquier movimiento brusco. Jack se mordía el labio. Chasqueó la lengua cansado. Se sacó un par de revólveres de debajo del poncho. Abrió la ventanilla y sacó casi todo su cuerpo. Se sentó sobre la puerta.

     —¡Zi no paraiz vozotroz, oz pararé yo, HIJOZ DE PUTA!—y entonces vació las dos pistolas sobre el automóvil de delante.
Uno de los retrovisores estalló. La luna trasera también. El resto de balas se incrustaron o perforaron el  chasis.
Jack se sentó de nuevo, con el sombrero y el pocho empapados. Recargó maldiciendo y mascullando.

     —¡Dispárales a las ruedas!
     —¿Creez que no lo intento?—gritó Jack— ¡El jodido coche eztá en marcha y tengo que dizparar a otro coche en marcha, Ray! No me toquez loz huevoz.
     —¿En tu planeta tenéis de eso?
     —¿Y en tu puta cloaca tenéiz…?—Jack no supo qué contestarle.
     —¡Agárrate!

El coche dio un frenazo y derrapó sobre el suelo mojado. Se subieron a la ancha acera. Ray apretó el acelerador a fondo. Cambió de marcha de nuevo. La aguja llegaba rápidamente al máximo. Estaban forzando mucho al coche.
     
     —Prepárate.

Jack martilló una pistola. La otra la dejó en el suelo. Se cogió de la muñeca para que no le temblara el pulso. Pero alguien salió de una de las ventanillas del otro coche. Y con una metralleta soviética en sus manos. Ray frenó en seco, algo difícil de hacer mientras está lloviendo. La mayoría de las balas se estrellaron contra la pared. Pequeños pedazos de ladrillo volaban por el aire. Mientras el tipo del otro coche recargaba la metralleta, volvieron a acelerar. Jack se cogió de la muñeca. Aguantó la respiración. Disparó. Falló. Martilló de nuevo. Disparó otra vez. Le dio a la llanta. 

     —¡Me cago en la puta!—gritó el cowboy.

Jack saltó por la ventanilla y se agarró de la puerta. Colgando completamente sobre el pavimento de la calle. Si se caía, el suelo le limaría la cara. El del otro coche salió para disparar de nuevo. Jack tomó aire. Apuntó rápidamente. Disparó. Una bala rozó el estómago de Jack. El conductor del otro coche le había disparado. Jack gritó. El neumático estalló y el tipo de la metralleta empezó a disparar. El automóvil zigzagueaba, descontrolado. Jack volvió a meterse en el coche como pudo, apretando la fina y larga herida.

     —¿Lez he dado? Dime que lez he dado.
     —Les has dado Jack. Ahora cállate puto extraterrestre, que me desconcentras.

domingo, 16 de octubre de 2016

Beowulf (Reseña) Es épico porque es nórdico



Let's do this, bitches!


Sé que se ha hecho esperar unos días, pero las dificultades técnicas me impedían escribir y tener posts listos, pero aquí estoy de nuevo.

¿Quién ha oído hablar de los vikingos? (Yo no… *disparo*) todos. ¿Quién ha oído hablar de Beowulf y Grendel? ¿Todos? Bien. ¿Quién vio la película de animación? Pues básicamente parte de este cómic es la película. Pero esperad, esperad, no os vayáis. Hay diferencias respecto a la película, y es porque es una interpretación distinta (obviamente) de la leyenda de Beowulf. Si os parece, creo que me voy a centrar ya mismo en la reseña y deciros porqué debéis leeros el Beowulf de Santiago García y David Rubín.

Vamos a ver, empecemos por el principio. No vengáis a leer este cómic pensando que os encontraréis una historia original y nunca antes vista, porque esta es simplemente una adaptación de la leyenda de los 3182 versos (apunte cultural del tito Cuervo: Beowulf es un poema épico anglosajón que consta de 3182 versos y cuenta lo que nos viene a contar este cómic). Al ser una leyenda que todo el mundo debería conocer, puedo hablar libremente de su historia, al igual que vosotros sois libres de saltaros el párrafo de la historia si no sabéis ni queréis saber nada para leer el cómic y que todo os salte a la cara. Dicho esto, sois libres de saltaros o no el siguiente párrafo, que entra en 3, 2, 1…

Aquí leeremos la historia de un héroe con todas las letras y en MAYÚSCULA+negrita+subrayado: HÉROE. Un hombre de leyenda, puro de corazón (o no tanto), valiente, fuerte, otros adjetivos de héroe legendario… la historia de cómo libró a los daneses del terrible Grendel y de su Madre (en la película no pasa así, pero bueno, por eso es una interpretación distinta ¿comprendéis?) y luego mata a un dragón para morir al lado de la bestia y de algún modo expiar los pecados de su vida (en la película la razón por la cual lucha contra el dragón tiene mucho más gancho, pero aquí es que es sencillamente un placer visual). Hay un detalle del cómic que me perturbó mucho y fue la pre-pelea entre Beowulf y Grendel, y cuando este empuja al mosntruo justo cuando el bicho eyacula sobre el miembro de Beowulf (de nada por provocaros pesadillas. Mirad, os pongo la viñeta por si no lo habíais visualizado en vuestra cabeza con todo su esplendor).

lunes, 10 de octubre de 2016

Flex Mentallo (Reseña) Grant, córtate un poco tío…



He tenido que sacrificar un poco de mi cordura para poder acabarme este cómic y seguir vivo. Aun así, sé que me quedarán secuelas. Con certeza os puedo decir que no puedo contaros la historia ni hacer una sinopsis, porque no puedo. Y algo de lo que no estoy seguro es el haberlo entendido, que yo creo que sí. A medida que pasaban las páginas me iba explotando más y más la cabeza, pero era una explosión que mi mente llegaba a comprender (más o menos, eso creo yo).

Flex Mentallo no es un cómic para todos los públicos. Es complejo y rebuscado, muy rebuscado. Grant Morrison es un guionista que te lleva por dónde él quiere y tú crees que vas por el camino que lleva a la tienda de chucherías, pero justo antes de llegar te das cuenta de que estabas yendo a una carpintería sadomasoquista en marte y la expresión de Morrison ni se tuerce. ¿Pilláis lo que quiero decir? 

Es un cómic más que recomendado, pero vais a necesitar como mínimo una relectura para entenderlo bien. Pero como el que tengo es de la biblioteca, tengo que devolverlo. Ya me lo releeré con tranquilidad cuando tenga un ejemplar propio.

Pero si no puede hablaros de la historia, ¿de qué puedo hablar? No voy a hablar sobre los personajes, ya que van muy ligados a la historia y mejor me lo guardo. Me da que voy a comentar el trabajo del señor Quietly y el de ECC en lo que concierne a edición. Pero antes…

Para los que queráis leeros el cómic sin saber nada os aconsejo que os saltéis el siguiente párrafo.

Lo que más me petó la cabeza de todo el cómic fue esta viñeta de encima. Yo ya llevaba muchas páginas creyendo que el cantante y Flex eran el mismo tío, pero es que busqué imágenes de Frank Quietly por Google y es que es el mismo y mi cabeza sigue resentida.
Decidme que no estoy loco, por favor.

(Perdón si la reseña no es todo lo extensa o detallada que querríais, pero es que este es un cómic difícil en casi todos los aspectos. Leerlo es la mejor manera de entender mi tormento.)

viernes, 7 de octubre de 2016

¿Viajar te hace mejor escritor?


El tren: ese maravilloso medio de transporte que usamos la mayoría de escirtores porque somos pobres.
No tengo la verdad absoluta, pero yo doy mi opinión y si me hacéis caso bien y si no también.

La verdad es que ahora que pienso en ello, el artículo de hoy puede recordaros al de Alister Mairon sobre escribir sobre sentimientos (echadle un vistazo).

Realmente, yo no soy un cuervo que viaja mucho (a pesar de ser un cuervo), pero este verano he ido a un par de sitios en poco tiempo. En ellos me he dado cuenta de algunas cosas. Bueno, una y muy importante. Irte de vacaciones te chafa física y mentalmente.

Pero también se pueden sacar cosas buenas, yatusabeh. Si viajas a lugares que tienen edificios o accidentes geográficos interesantes y curiosos, eso te puede servir de inspiración para tus escritos. Tomar nota, sacar fotos…

Un ejercicio que yo hago cuando voy a sitios más fuera de lo común de lo que veo a diario, es redactar descripciones mentales del lugar. Voy paseando y escribo unas líneas en mi mente. Hablo de cómo son las calles, o la atmósfera del lugar, o los sonidos… todo sirve para contarnos lo que hay en un lugar.

Probemos por ejemplo con esta foto. Hice unas cuantas durante ambos viajes, pero centrémonos en esta de momento.

¿Qué vemos en ella? ¿Qué podemos destilar? Procedamos.

Villefranche de Conflent.
Tenemos una calle estrecha (el poder comparar la gente con el lugar nos lo confirma, es casi una lata de sardinas), con casas de varios pisos de altura a ambos lados. Quizás si en este escenario fuera de noche y hubiera niebla la sensación que provocaría podría ser de miedo, de reclusión, aprisionamiento o agobio. Se pueden ver unas montañas al fondo. Un cartel que podría indicar el taller de un artesano tal vez… Hay también un pequeño arco que seguramente conduce a una calle más apartada o más concurrida. No se puede apreciar en la fotografía, pero el suelo tiene un cierto desnivel, es curvo y hay una especie de desagües a ambos lados. No hay aceras.

Eso son unas pocas cosas que se ven a simple vista. Y a partir de eso podemos sacar una descripción. Por ejemplo, probemos con la atmósfera que planteaba. Imaginemos que sí que es de noche y que hay niebla. Y que nos lo describe un personaje que cree que le están siguiendo. Yo seguramente escribiría algo tal que así:

domingo, 2 de octubre de 2016

La Broma Asesina (Reseña) El Joker al 100%


Buenaaas... que... ¿leyendo al bueno del Cuervo?


Esta pieza de música clásica es de mis favoritas, pero en un contexto como lo es esta reseña me da mal rollo, sinceramente.

Alan Moore es el puto y todos lo sabemos, solo hace falta que hagamos un mini-repaso a algunos de sus títulos: V de Vendetta, Watchmen, La Liga de los Hombres Extraordinarios, La Cosa del Pantano y… La Broma Asesina; y estos son solo unos cuantos ejemplos.

¿Quién no ha oído hablar de la Broma Asesina? Una “novela gráfica” del maestro Moore y Brian Bolland que a tantos y tantos ha maravillado y a la vez perturbado con algunas de sus escenas y diálogos. Y lo mejor de todo es que la historia está centrada en el Joker y su origen (uno de ellos) y no en Batman, que sale en pocas ocasiones. Siendo yo un fan acérrimo del Joker, ya os podéis imaginar lo que este cómic es para mí. Pero no creáis que todo son rositas en la vida del bromista risueño y menos aún en esta pequeña delicia (en varios aspectos). 

Yo quiero empezar la reseña, sí, pero… no sé con qué empezar. ¿La historia? ¿Los personajes? ¿El dibujo y el color? Maldita sea, ¡esto va a ser difícil! Bien, con calma. Vamos a ver… Pito, pito, colorito. ¿Dónde vas tu tan bonito? A la era… a tomar por culo, historia.

Creo que no voy a decir mucho por si no os lo habéis leído, #DiNOAlSpoiler. Empecemos pues.

He de decirlo, el principio (las primeras 5 páginas más o menos) son una cacota, no me parecieron gran cosa, una tontería. Batman va a ver al Joker a Arkham y le suelta un rollo de mierda que en realidad suena al “tenemos que hablar”. Pero a partir de ahí… oh sí. Lo que viene luego es una exquisita mousse du cholocat et psycopathie pa’ chuparse los dedis.
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