Ay, Gaiman, Gaiman, Gaiman. Eres muy tuyo, Gaiman. Te
gustan las historias que tienen su cosilla y en las que no haces pensar. Y sí,
me he leído el cuento de La Joven durmiente y el Huso; una reinvención de un
cuento clásico, mezclando a otro pero que no es lo que parece porqué (explosión
de 32 neuronas). Me gustaría decir que lo he leído en la versión original, pero
no… estoy seguro que la prosa debe de ser mucho mejor. Me-me empiezo a ir y
solo con este párrafo voy a llenar media página, mejor empezamos.
Hoy os traigo un cuento. Ni una novela, ni una saga,
ni un relato… solo un cuento. Apenas llegarán a haber cincuenta páginas
escritas, y tal vez la trama sea muy simples, ¿pero no son así los cuentos de
hadas? Y es que esto es lo que resulta esta pequeña historia: un cuento de
hadas visto de los ojos de Neil Gaiman. Y ya resultará obvio adivinar que los
ojos de Neil no son como los de cualquiera (bueno, puede que como Tim Burton,
pero eso es un caso aparte). Ahora, ¿vemos cuál es esta visión Gaimaniana de un
cuento de hadas? Venga.
Esta historia está ambientada en el cuento de la Bella
Durmiente (si el título de por sí ya no era lo suficientemente revelador), pero
digamos que no empezamos el cuento por el principio. Hay también un poco de
elementos del cuento de Blancanieves, aunque en ningún momento ni lugar da
nombres. Luego tenemos a tres enanitos que no vienen de ningún cuento en
concreto (que yo sepa). ¿La historia? Ir a despertar a la bella durmiente.
Pero esperad, que aún le falta el toque Gaiman: No es
un príncipe valiente y apuesto el que va a salvar a la princesa y a todo el
reino, sino la reina: Blancanieves. Y luego hay una vuelta de tuerca al final
que en mi opinión no fue gran cosa (pero como ya me habían dicho que había algo
por ahí, al pasar las páginas empecé a pensar “¿Y si…?”. Al final resultó que
no era lo que yo creía, jajaja). Todo es muy Burtoniano/Gaimaniano/Disney. Cómo hablan
de cosas que técnicamente son para niños y se le pueden leer a un niño, pero a
la vez no (me hubiera gustado que mis padres me hubieran leído esto cuando era
un polluelo, la verdad).
¿Qué podría contar de los personajes? A ver, ¿habéis
leído/os han contado cuentos? Pues ya lo tenéis, excepto por lo de Blancanieves
que encarna el papel que tradicionalmente es masculino, pero fuera de eso… no
hay nada. Tal vez, que haya varios que no tienen un peso real en la historia y
que sea un poco más novelesca que los cuentos tradicionales pueda hacernos
bailar la cabeza un poco, pero ahí se acaba el misterio.
En realidad, lo que merece la pena ser mencionado es
la otra mitad del libro: las ilustraciones.
Chris Riddell es bueno, muy bueno (soy estudiante de
artes, puedo decirlo). Su estilo caricaturesco en una parte, realista por otro
y el parecido al grabado del siglo XVIII/XIX, lo hacen único. Eso y el uso del
dorado en las ilustraciones (solo hay blanco, negro y dorado) lo hacen algo
exquisito. No creo que este sea un libro para leerse en digital, no creo que
tenga ese mismo toque. Tener esas ilustraciones a doble página llenas de
detallitos… no es algo para ver en una pantalla, en mi opinión. También diría
que sus ilustraciones recuerdan a Burton, pero no son tan oscuras ni góticas,
así que no sé a qué cogerme para que os hagáis a una idea. Simplemente mirad la
ilustración que hay debajo de este párrafo.
La edición también me parece muy bonita. Aunque, realmente,
no me haya parado a mirármela.
Y aunque me haya gustado y la historia no esté mal, no
creo que este sea el mejor trabajo de Gaiman. Tal vez porque lo quiso hacer
para todos los públicos, no tuvo tanto mensaje ni contenido como él hubiera querido
(o sí, no lo sé). Pero he sentido que le falta algo al cuento. ¿Sabéis cuando algo
os gusta pero hay algo que os da un poco de mala espina? Pues eso me ha pasado
a mí. Es como esas teles en Ultra-HD 4K panorámico-curvas de 55 pulgadas. Se
ven tan bien que dices “Agh, lo veo con tanto detalle que algo tiene que estar
mal”. ¿Me he explicado? Espero que sí.
Pero yo os animo a que os lo cojáis cuando podáis, os
sentéis, y os lo leáis tranquilamente, saboreándolo. Es mi consejo.
Pros:
- Le da un giro de tuerca a los cuentos tradicionales que le da un aire fresco y a la vez tienes la sensación de leer algo que podría estar en el libro de cuentos de la abuela.
- El dibujo de Riddell es peshiosho.
- Es una lectura ligerita que se lee de una sentada.
Contras:
- Hay algo que no me termina de cuajar. ¿Qué es? No tengo ni idea.
Espero que os animéis a leeros este pequeño cuento de
este par de dos que son más majos que las pesetas y que te regalas los ojos en
muchos sentidos. Y si ya os lo habéis leído, dejadme en los comentarios qué os pareció. Buenas noches y soñad
con los cuervos.
TÍTULO: La Joven durmiente y el Huso (The Sleeper and the Spindle)
EDITORIAL: Salamandra
EDITORIAL: Salamandra
AUTOR:
Neil Gaiman
PRECIO: 18€
PÁGINAS: 72
NOTA: 3/5 ★★★
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