domingo, 28 de mayo de 2017

¿Se ha desprestigiado al vampiro?



Esto no es lo que parece...

A raíz del tráiler de la serie “Castlevania” que Netflix lanzó hace poco y por el Libro vs Película que el Geek Furioso hizo sobre Crepúsculo y por algún que otro factor sin importancia, pensé en que en estos momentos, viendo el panorama con el cine y la literatura, el vampiro ha quedado desprestigiado, deformado y ridiculizado de una manera que a decir verdad, ha convertido a los vampiros en casi un chiste.

Porque joder, al pensar en un vampiro y venirte la imagen de Drácula mismo, pues te cagas los pantalones. Joder, ¡que secuestraba a putos niños recién nacidos para dárselos de comer a tres brujas! Es un villano, un gigantesco hijo de puta que la quiere liar muy parda. Y luego va y aparece Edward Cullen con su cara de modelo de ropa interior estreñido, quitándose la camiseta y brillando bajo la luz del sol cómo si se hubiera bañado en purpurina o de una bombilla de bajo consumo se tratara. Esto #NoEsSerio.

Y antes de empezar a hablar de lo que os vengo a hablar, empecemos por el principio: ¿de dónde salen los vampiros? Pues veamos, los vampiros no son o no fueron tal y como los vemos ahora. Es más, existen infinidad de “vampiros”. Tíos abuelos, primos quintos por parte de padre… todos ellos esparcidos por todo el mundo (all around the world, bebés). Las formas, los colores y demás son bien variados según el lugar de donde venga la leyenda en cuestión pero la europea es la que se lleva la palma y la que todos conocemos. Si queréis profundizar más en el tema y el inglés no es ningún problema (pareado), podéis hacerle click a este enlace para ver un pequeño video de YouTube en el que nos hablan sobre el origen del vampiro y cómo surgió el mito que hoy en día conocemos. Este último es el que me interesa especialmente y del que hablaré ahora.

La leyenda que con más fuerza ha llegado a nuestros días es de donde seguramente os estaréis imaginando: de la gente rumana, pero en Albania, bueno, diremos el Este de Europa y ya está. Como iba diciendo, este vampiro de la tradición popular es el más parecido al “nuestro” ya que comparten muchas de sus características. Bueno, en el enlace queda excelentemente explicado, pero en su esencia, lo que quería explicar era esto. El vampiro es un monstruo que viene del folklore tradicional y su función era infundir terror.

Ahora que ya lo he dejado todo bien clarito puedo empezar con el asunto del título y del que os quiero hablar: ¿qué le han hecho al vampiro? Pues diría que la “culpa” recaería en una cosa: los modelos de Calvin Klein, Abercrombie (no Joe, por favor, Joe es demasiado perfecto como para pervertir a los vampiros), etc. seguro que entendéis a lo que me refiero, y si no, ahora os lo cuento.

¿Qué es el vampiro Calvin Klein?

I'd rather be SHINY!
Pues veréis, todo esto se debe a la fama que alcanzó Crepúsculo. Es un libro destinado a adolescentes con un mal romance y que lo único que lo distingue del resto de libros de romance adolescente normales es que los tíos buenos de este libro son vampiros y hombres lobo; lo cual dio lugar a no solo “el vampiro Calvin Klein” sino a algo mucho más amplio que muchos autores y autoras han intentado “imitar” pero pretendiendo ser “originales” han utilizado este modelo en otras criaturas fantásticas, aunque hay otros que ni eso y se quedan con los vampiros y los hombres lobo.

Sí, es horrible, pero ahora centrémonos solo en el principal y el que nos ocupa, el que ha salido peor parado: el vampiro.

En el libro, este hace el papel de “chico huraño y misterioso apartado de todos” que es el único que le hace caso a nuestra protagonista, pero ¡ah! ¡Sorpresa! Resulta que es un tipo guapo, amable y cariñoso con ella pero esconde un secreto que ella desconoce y le intriga. Con el tiempo conoce a los suegros, sabe que su novio y toda su familia son vampiros y oye no pasa nada, son vampiros “vegetarianos”, no beben sangre humana. Guau, que buena peña esta, conteniendo sus instintos asesinos para solo chuparle poco a poco la vida a un animal vivo… lo típico.

Mi pregunta es: ¿POR QUÉ? Había mil maneras de modernizar la figura del vampiro, porque tal vez el Drácula de Stoker sea excelente, pero hace más de cien años de la obra del tito Bram (el otro día cumplió 120 años), hay que tener un poco de imaginación. Pero una cosa es reinterpretar la leyenda de chupasangres y la otra es hacer esto. Es como coger a un hípster adicto al mazapán y al tofu y decir que porque tiene barba o es peludo en general, es el perfecto hombre lobo moderno (que también los pervirtieron, pero yo que sé). Pues el vampiro es en plan pijo vegetariano. Que esto si me apuras lo veo para un libro de comedia en plan Mundodisco o yo que sé, no para algo que tuvo la fama y la importancia que por desgracia ha tenido (con las intenciones con las que fue creado), porque han destruido al vampiro como tal y nadie lo pidió; ¿y sabéis por qué nadie pidió al vampiro pijo vegetariano/vampiro Calvin Klein? Porque el gótico/victoriano era y es muy superior en cualquier sentido. Vamos a enumerar las diferencias.

Mientras que el VPVMCK se acercará al/la protagonista para entablar una buena relación con él/ella e incluso enamorarse y tener hijos (porque yolo), el VGV se comportará educadamente (o no) y sus intenciones siempre serán oscuras, sangrientas y malvadas, porque la idea de un vampiro es ser un ser malvado y si por algún caso no lo fuera, no sería como Edward Cullen; permitiría que fuera como el Frank Castle de la serie de Netflix Daredevil. Pero lo haría porque mientras en algunos momentos The Punisher es más sentimental y humano, en otros se le cruzan los cables y causa unas matanzas de la hostia, porque es un asesino, un soldado desquiciado.

Otra diferencia que salta a la vista aunque tengas miopía y estigmatismo nivel dios, son las “debilidades”, podríamos decir, de uno y otro. Es decir, mientras que al VGV se quema vivo con un destello de luz solar, llegando al punto de morir si queda totalmente expuesto; al VPVMCK le hace brillar… brilla bajo la luz del sol… como una bola de discoteca. Hasta donde entiendo, se mantiene en la sombra no para evitar palmarla sino para que la gente no sepa que es un vampiro (que hasta cierto punto es normal). Pero es que es sumamente estúpido; la gente no sabría que lo es, seguramente pensarían que es noruego o alguien de muy al norte, de esos que no les da la luz del sol en su vida y están más pálidos que una vela. Es que no sé por dónde cogerlo...

La siguiente va más ligada a la primera y antes mencionada: el VPVMCK o al menos el de Crepúsculo que es de los buenos, no bebe sangre humana, sino animal, porque, ya sabéis, van de buen rollo. Ahora, los malos, como son “malos” beben sangre humana porque “uuuuh, mira, zomoz maloz”. Lo encuentro un poco absurdo. Ahora mismo, se me ocurre otro ejemplo de vampiro (bueno, vampiresa en este caso) que está en el bando de los buenos pero bebe sangre humana: Mina de la Liga de los Hombres Extraordinarios. No la está bebiendo cada vez que tiene oportunidad porque no es plan, pero lo hace para protegerse o de vez en cuando. ¿Veis por dónde van los tiros?

Y ahora mismo no se me ocurren más diferencias, podéis comentarlas más abajo si a vosotros se os ocurre alguna. Y habiéndome quedado sin ideas, comento lo que he mencionado un cacho más arriba: 

¿Reinterpretar/adaptar al vampiro a nuestros tiempos? (pero bien)

¿Es posible? Obviamente que lo es. ¿Debería hacerse? No os digo que no. ¿Cómo? Eso ya no lo sé (al menos de momento). Puede que no sea una reinvención completa del mito, porque no es del todo necesaria ni mucho menos, pero sí se pueden cambiar algunos detalles que hagan la figura del chupasangre mucho más interesante. Por ejemplo: Dio Brando, el villano de Jojo’s Bizarre Adventure (María, si lees esto dale RT XD), es un vampiro en toda regla; pero ¿qué diferencia hay entre Dio y Drácula? Pues que el primero toma la sangre de sus víctimas de un modo distinto y bastante bizarro, en el sentido anglosajón, malditos fans de Reverte… ¡atrás! *latigazo* ¡ATRÁS! *latigazo* Como iba diciendo, Dio toma la sangre de sus víctimas hundiendo sus dedos bajo su piel y dejándolos más secos que la mojama (no sé si queda claro, así que aquí tenéis un vídeo, que una imagen en movimiento vale más que una imagen, la cual vale más que 1000 palabras).

No me he podido resistir.
También es la hijoputesca personalidad de Dio la que le hace un villano y un personaje muy interesantes, pero yo solo quería centrarme en este detalle. Aun así tiene colmillos, sí.

Y pues este detalle que os he mencionado hace de Dio un vampiro diferente, con lo cual, digo yo: no es imposible lograr un nuevo y carismático tipo de vampiro (si puede ser más parecido al VGV que al otro, mejor). No digo que sea urgente ni necesario, pero sería bueno llegar a un punto en el que el mito evolucionara, porque en mi opinión, aunque el vampiro clásico es muy bueno, ahora puede que resulte un poco arcaico y tal vez un poco quemado y todo; solo hace falta ver lo que intentaron hacer con Drácula en esa película en la que intentaban hacerle parecer alguien bueno… otra manera de hacerlo mal. Porque muchas veces no es el qué se hace, sino el cómo se hace. EXCEPTO SI HACES QUE TU PUTO VAMPIRO BRILLE CUAL DIAMANTE.

Creo que he estado divagando un buen rato, pero era un tema que me rondaba la cabeza y me parecía interesante de hablar. Además, también me gusta desvariar de vez en cuando. Si alguno de vosotros quisiera compartir una opinión distinta, o a favor, o lo bien que le queda su último peinado, no dudéis en dejármelo en los comentarios (si queréis, que yo no obligo a nadie). Y bueno, no quiero alargarme mucho más porque todos tenemos una vida a la que volver. Venga, hasta la próxima. Buenas noches y soñad con los cuervos.

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