sábado, 1 de julio de 2017

Samurai Jack II (análisis)



Hasta se podría analizar esto
Vamos a ver. Este artículo va dirigido especialmente para gente que SÍ ha visto la quinta temporada de Samurai Jack/Samurai Jack II, pero no os alarméis, porque los que no la hayáis visto y tengáis ganas de hacerlo no vais a comeros ningún spoiler, pues haré una reseña rápida y más o menos superficial donde os dé las cuatro pinceladas necesarias para daros mi opinión y si debéis ver la serie o no (en mi opinión). Luego haré un análisis más a fondo, comentando detalles y aspectos tanto técnicos como formales de la producción.

No quería tener que cascaros un rollo de estos, pero así ya estáis avisados. Si os leéis el artículo entero es bajo vuestra responsabilidad. También, antes de nada, no he visto las 4 primeras temporadas de la serie y eso no me ha permitido dejar de disfrutarla. Es verdad que si te la has visto toda entera pues verás detalles que yo no, pero oye, no me llamaba demasiado la atención. 

¿Y qué diferencia las 4 primeras temporadas de la quinta? Adult Swim. Sí, la misma empresa que nos trajo y nos trae Rick and Morty le dio fin a la serie de Cartoon Network. Eso conlleva que al ser de Adult Swim, ya no hace falta cortarse, pues ahora va dirigida a un público más adulto, lo que se reduce en este caso a: violencia más o menos explícita (siendo el único contenido 100% adulto. El resto podría verlo un niño, pero el problema es que un niño no puede entender el qué y el porqué). Diría que solo es la presencia de sangre y la de algunos momentos puntuales, pues en la serie no hay ni momentos de sexo ni tan solo hay palabrotas. Eso sí, sigue siendo adulta.

En fin, vayamos al grano que hay mucho de lo que hablar ¿qué tenemos en Samurai Jack II?

Pues para empezar y para resumir un poco de lo que nos vamos a encontrar aquí es lo que se nos dice en su introducción, narrada por el propio Jack:

Han pasado cincuenta años, pero no envejezco. El tiempo ha perdido su efecto sobre mí. Aunque el sufrimiento continúa. El agarre de Aku estrangula el pasado, el presente y el futuro. Se ha perdido la esperanza. Tengo que volver, volver al pasado.


Esa es la premisa de la que parte la última temporada de Samurai Jack. ¿Y vale la pena verla? Sí. Tengo un par de puntos negativos al respecto de la serie, pero por lo general vale la pena. Hay un desarrollo de personaje (lo diría en plural, pero aquí Jack es lo más importante, aunque el resto también son unos personajes bastante correctos) muy trabajado, siendo un personaje más redondo que el queso de bola. 

Bien ahora que ya he sentado un poco las bases, vamos a la reseña propiamente dicha que esta introducción me ha quedado un poco larga.

Samurai Jack es una historia que mezcla géneros, tenemos ciencia ficción usualmente cyberpunk y fantasía, con toques ocasionales de comedia ligera. 

Ocasionales.
Y si mezclamos estos géneros con el argumento, sale historia de leyenda, del bien contra el mal, pero no es tan sencillo como parece, porque a lo mejor los personajes son arquetípicos, pero no por ello son simples. Jack, el cual tras viajar en el tiempo por los portales que creó Aku al principio de la serie original, se ha vuelto incapaz de envejecer, y eso junto con errores de su pasado le ha dejado la cabeza hecha polvo.

Aku, el villano más poderoso y el cual no puede ser vencido, está cansado y desanimado. Su archienemigo, su némesis, un simple mortal que comparado con él, el Señor del Mal y Gobernante de todo el mundo, no es nada; es incapaz de morir. Ni siquiera el tiempo puede matarle, y aunque envía robots cada vez más fuertes para que venzan al samurái, este apenas se esfuerza y sale victorioso.

Luego están las peligrosas hijas de Aku, nacidas del culto sectario hacia ese brujo/demonio, engendradas por el mal y educadas para hacer el mal: para matar al samurái. Y no digo más, porque no estoy en la parte de la reseña/análisis en la que hablar de ello.

En sí, la historia no es lo más importante, ni siquiera el lugar donde pasa importa. Aquí lo realmente relevante son los personajes y las interacciones que hay entre ellos.

También, la estética de la serie es algo que se disfruta, con una paleta de colores muy variada que acompaña y te da información del lugar en el que te encuentras y con momentos muy buenos a nivel visual. 

¿Y a qué me refiero con eso? Pues por ejemplo, que al ser una serie que no suele quedarse quieta, abundan los zooms y los travellings (estos últimos reforzados con líneas cinéticas para dar una sensación de velocidad mayor). En cuanto al color, este suele ser más apagado y monótono cuando la acción transcurre en entornos naturales, mientras que en otros, más fantasiosos, los colores con más vivos, brillantes y variados.

Pero no solo tenemos unos colores bonitos y unos movimientos de cámara dinámicos, no. Tenemos un elemento muy característico y que además le dan un tono cinematográfico a la serie: las bandas negras. Sí, sí, a lo The Order: 1887. Pero esto no es un videojuego, y ayudan, pues suelen darle énfasis, dramatismo o tensión al momento. Limita el espacio de visualización y focaliza la atención. También se usan para los flashbacks, enfatizando el momento.

Todo esto y los simbolismos que encontramos a lo largo de la serie y el desarrollo de personajes, es lo que hace a Samurai Jack II una serie  que se disfruta (en mayor o menor medida, lo siento, esos puntos negativos, soy incapaz amarla del todo). Y creo que hasta aquí puedo leer. 

Evidentemente puedo extenderme más, pero solo serviría para ser redundante, y la redundancia es empalagosa y cansa. Así pues no nos andemos más con rodeos y despidámonos de los que aún no le han visto o al menos de los que quieren evitar que les lance sus ganas de ver la serie a la jaula de los spoilers para que se las destripen como a un cristiano del siglo II a manos de los leones romanos.

Pues venga, vamos al tajo. ¡DENTRO SPOILERS!

Okay, empecemos por el principio, por el pilar principal de todo esto. El protagonista, el héroe, el samurái: Jack. La pregunta es un poco obvia pero, ¿por qué es tan importante Jack? Bueno, pues muy sencillo: Jack es un personaje que se carga toda la serie a sus espaldas. Muy redondo y con matices. 

Pero no es que solo sea un personaje con muchos ángulos claros y oscuros, sino que es muy importante en este mundo. Jack es el arquetipo de héroe puro y entregado, que solo se dedica a proteger a los inocentes y salvaguardar la justicia; llega casi al estatus de LEYENDA. Eso conlleva un gran problema.

La gente le tiene una gran estima al samurái, es el único puto héroe capaz de hacer frente al todopoderoso Aku, le tienen en un jodido pedestal. Pero cuando Jack pierde su espada, muchos años atrás, siente que ha fallado a todos. Su espada (con un gran peso simbólico que profundizaré luego) es la que puede herir al Malo de la Película, y no la tiene. Ha fallado a todos y ya no sirve para nada, para eso mejor estar muerto (esto es lo que él piensa). Pero no puede morir, no envejece, eso le supone un tremendo impacto psicológico.

Aun así, tiene una pequeña chispa de esperanza en su corazón y no quiere rendirse, por eso, cuando Ashi y sus hermanas, las hijas de Aku, van a por él, este no se lo pone fácil.


Y hablando de las hijas de Aku. No tienen tanto tiempo a desplegarse ante nuestros ojos tanto como Jack, pero no por eso dejan de tener profundidad. En un principio pueden parecer unidimensionales, solo tienen un propósito en su vida: matar al samurái. Pero no por ello son planas. Han sido educadas y molidas a palos toda su vida para esto, son fruto de un ritual sectario de adeptas al brujo. No es que secuestraran a siete niñas y las obligaran a vivir para un solo propósito (que lo hacen), han sido concebidas expresamente para ello.

Luego, después de la escena de la pelea en el templo (que recuerda sorprendentemente a los juegos de Tomb Raider) y a la pelea en la nieve, la cual me parece una maravilla. Personajes correteando por  un fondo en blanco, puede parecer soso y vacío, pero tiene una razón y la verdad es que es de las escenas que más recuerdo.

A lo que iba. Después de estas dos escenas, tras la muerte de seis de ellas, nos quedamos con Ashi y a partir de aquí, vemos qué tuvieron que pasar y el cambio psicológico y también físico de Ashi conforme pasan los capítulos.

Las siete fueron entrenadas toda su vida con puño de hierro para ser unas formidables asesinas, y educadas para venerar a Aku y odiar al Samurai Jack. Y claro, si es lo único que has conocido durante vete a saber tú cuantos años, pues va a ser en lo que creas (aunque las mujeres que te han criado y educado te tiren a un pozo de brasas para que se te carbonice la piel siendo una niña, pero bueno). 

Así pues, cuando solo Ashi queda con vida y Jack se responsabiliza de ella porque es lo que cree correcto (es decir, si no fuera por él sus hermanas no hubieran tenido que dar la vida y no podía permitir que la chica muriera), esta entra en un fuerte conflicto emocional en el que acaba descubriendo toda la verdad. Viendo mundo, cómo su malvado padre lo tiene entre sus garras y como Jack es el bueno que salva a todos, y no al revés como le habían hecho creer toda su vida.

Vemos su desarrollo y cambio que empieza en el capítulo 4, acabando en el totalmente intrascendente capítulo 8. 

En este episodio, por motivos X, una nave espacial se estrella por el desierto. Por motivos X, Jack y Ashi deben cruzar ese desierto. Durante una fuerte tormenta de arena que tiene lugar deben refugiarse, ¿dónde? Pues en la nave espacial, donde hay un bicho peligroso que campa a sus anchas (como en Alien). 

Aquí es donde ocurre el momento que menos me gustó de toda la serie: el beso entre Jack y Ashi y el inicio de su relación romántica

La verdad es que no era del todo inesperado, pues las escenas anteriores los empezaban a proclamar a grito pelao’ (siendo unas escenas muy incómodas, la verdad). ¡Y es que era totalmente innecesario! No hacía falta establecer una relación romántica entre estos dos personajes. Ya lo dijeron no sé dónde hace poco (en este vídeo de Dayo), no siempre que quieras a alguien tiene que ser como pareja. Se puede querer a alguien como a un hermano, a un padre o una madre, a un amigo, etc. 

Este era el caso, un tipo de relación maestro alumna o yo que sé. Me esperaba algo como Logan.

Pero no, tenían que meter una relación romántica porque patata y que luego el final, cuando han derrotado a Aku y Jack vuelve a su época para casarse con Ashi, esta desaparezca porque si no hubo Aku, no hubo Ashi, todo sea más dramático. Sí, Jack pierde a la mujer que ha amado; pero joder, ¡también podría haber perdido a una chica a la que consideraba su hija y me hubiera parecido un final mucho mejor!

Y ahora que hablamos de puntos negativos, tengo otro más y también va ligado con Ashi. Me pareció que su cambio de “mala” a “buena” fue casi inmediato, apenas sin transición. Un personaje profundo sí, pero se le añade esta profundidad de inmediato aunque este tipo de desarrollo no se puede producir de la noche a la mañana. No es como un trauma que te marca y chas; es una evolución, el descubrimiento de la verdad

Toda esta evolución, este viaje desde Villaobcecación hasta Verdadburgo culmina en el “hacer lo que es justo”, hacer el bien, porque no se olvidan de su objetivo: destruir a Aku. Y para ello necesitan algo que no se tiene; algo que se perdió hace mucho. Podríamos poner “esperanza” en la casilla de la respuesta y no sería incorrecta, pero tampoco sería correcta. No captaría la totalidad del concepto. La respuesta que sí lo hace es: la espada de Jack.

Llegamos a una de las partes, sino la más, que tiene más chicha de todo el análisis. Formalmente es un pedazo de acero afilado con una empuñadura, es una herramienta. Pero no se queda ahí, pues lo importante de la espada es su simbolismo. Un amplio simbolismo, pues su significado no es el mismo para nosotros o para Jack o para el resto de la gente.

Primeramente, la espada es un símbolo de fuerza. Tanto física como mental. La fortaleza necesaria para levantarse y plantarle cara a los problemas. La fuerza para alentar a los demás a serlo.  

Pero en su pérdida es donde está parte de la profundidad de Jack. La pérdida de la espada es una fuente constante de vergüenza, de fracaso, de no-soy-el-héroe-que-todos-merecen-soy-un-fracasado. Esto le produce ese miedo e inseguridad. Si no es capaz de conservar algo tan valioso y vital como su espada, ¿cómo va a derrotar al todopoderoso Aku? Una lacra, un dedo en la llaga.

De aquí surge el espíritu del jinete con cuernos de ciervo. Una figura que aparece durante los primeros capítulos de la cual Jack huye pero acaba sucumbiendo y yendo con él. Una manera muy explícita de aceptar su derrota y de asumir que no vale para la tarea que se supone que debe llevar a cabo.

A este Johnny me refiero
Me gustaría hacer un paréntesis en este momento, porque el momento en el que Jack recupera su espada, esa escena (solapada con la de Ashi protegiendo al samurái y matando a su propia madre) vemos unas secuencias que chocan totalmente contra lo que hemos visto hasta ahora. Porque es totalmente opuesta a la escena solapada y porque hace uso de recursos que solo se utilizan en ese momento concreto, al menos con tales intenciones.

La escena del té es una escena pausada y silenciosa, meticulosa. Cada detalle va en su sitio, como una ceremonia de té japonés (todo lo que hacen los japoneses en realidad). Es el único momento de la serie que recuerdo el uso exclusivo del sonido diegético sin nada más que eso. El roce entre un cuenco y un trapo. Unos dedos pasando sobre madera o dejando algo en el suelo con suavidad, solo oímos eso. Por una vez, no hay zooms, ni travellings ni planos dinámicos; es más, se utiliza casi todo el rato el plano contrapicado sino zenital, teniendo controlado en todo momento qué es lo que ves y qué es lo que pasa.

Todo es tranquilo y sosegado porque es la tranquilidad y el sosiego que Jack necesita para encontrarse a él mismo de nuevo, y él mismo es también su propia espada.

Así es. Todo lo que le frenaba a encontrarla y encontrarse era él mismo, es decir: él mismo es la espada en un sentido metafórico, pero él mismo es también el único obstáculo que se interponía entre él y él. O sea, tenemos a tres Jack’s. El Jack actual, abatido, que quiere ir hacia la derecha. A su lado tenemos al Jack interior, la vieja gloria que cree que todo está perdido y que el primer Jack es un inútil, que no deja pasar al primero. Y el lado del segundo tenemos el original. El Jack que era en un principio y el que espera volver a ser. Ser digno una vez más.

Por eso es tan importante la espada, hila todo el desarrollo de Jack y cuando completa el círculo y se convierte en un personaje redondo, da una vuelta más porque la espada le da una dimensión extra de profundidad con su complejo significado.

Y a eso me refería con que Jack se cargaba la serie sobre sus espaldas.

Podría haberos hablado sobre Aku, pero creo que con lo que he dicho ya basta. Quería hacer especial hincapié en todo lo que he comentado, y la verdad, me he extendido una barbaridad. Mi intención era diseccionar la serie ante vosotros, los que la hayáis visto (o los que os la sude todo y lo hayáis leído de cabo a rabo). De artículos como este son de los que me siento orgulloso, porque os he podido contar lo que opino de algo en su totalidad o al menos casi (se agradece que compartáis, peshioshosh). 

Espero encontrar otras obras que me den tanto de que hablar y que disfrute tanto (viéndolas y escribiendo sobre ellas), porque la verdad, la experiencia de consumir un producto como este y mirarlo a fondo y reflexionar sobre él, es una bastante enriquecedora. Como dice mi profesora de fotografía:
Hay que entrenar el ojo crítico
y esto se logra haciendo cosas como estas.

Venga, que ya os he robado bastante tiempo y todos tenemos una vida a la que volver. Nos vemos pronto, o no. Buenas noches y soñad con los cuervos.


¿Qué hacéis aún aquí?

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