martes, 30 de mayo de 2017

Veloz reseña (fiuuu)



Fast as fuck, boy...

Esta es una reseña ultra rápida y ultra corta de un relato muy cortito, el que nuestra Sierpe favorita ha publicado hace poco en Lektu: Días en reflejo. Un relato costumbrista que te lees literalmente de una sentada.

He de decir que mi última experiencia con los cuentos fue una de alto nivel, pues leí “Los niños tontos” de Ana María Matute (100% recomendada si no lo ha hecho ya la Nave Invisible). En este breve libro nos encontramos unos cuentos que en su momento fueron catalogados como “para niños”, craso error. Pero no he venido para hablar de Matute, he venido a hablar de Doña Sierpe.

El relato, como ya he dicho, es breve y costumbrista, nos habla del día a día de una mujer (una que podría ser perfectamente tu vecina) con un tono triste y pesimista a lo largo de la narración. El mensaje que nos quiere transmitir es sencillo y directo y te hace pensar (si conocéis a gilipollas que le llamen “guapa” o le silben a mujeres que no conocen por la calle, sentadles unos minutos y haced que se lo lean… si es que tienen suficiente riego sanguíneo en el cerebro). Una clara denuncia a toda la mierda que tienen que aguantar las mujeres cada día, y la verdad, es muy triste…

Si queréis leerlo, os dejo el link aquí mismo, que lo compráis con pago social, (si no sabéis qué es o queréis saber más sobre cómo va Lektu, aquí tenéis un post que hice hace un tiempo hablando sobre la plataforma) que no cuesta na’ y hacéis feliz a la Sierpe.

Y hasta aquí esta micro-micro-reseña. Buenas noches y soñad con los cuervos.

Título: Días en reflejo
Autora: Laura S. Maquilón
Páginas: 7
Precio: Un tweet
Nota: 4,5/5★★★

domingo, 28 de mayo de 2017

¿Se ha desprestigiado al vampiro?



Esto no es lo que parece...

A raíz del tráiler de la serie “Castlevania” que Netflix lanzó hace poco y por el Libro vs Película que el Geek Furioso hizo sobre Crepúsculo y por algún que otro factor sin importancia, pensé en que en estos momentos, viendo el panorama con el cine y la literatura, el vampiro ha quedado desprestigiado, deformado y ridiculizado de una manera que a decir verdad, ha convertido a los vampiros en casi un chiste.

Porque joder, al pensar en un vampiro y venirte la imagen de Drácula mismo, pues te cagas los pantalones. Joder, ¡que secuestraba a putos niños recién nacidos para dárselos de comer a tres brujas! Es un villano, un gigantesco hijo de puta que la quiere liar muy parda. Y luego va y aparece Edward Cullen con su cara de modelo de ropa interior estreñido, quitándose la camiseta y brillando bajo la luz del sol cómo si se hubiera bañado en purpurina o de una bombilla de bajo consumo se tratara. Esto #NoEsSerio.

Y antes de empezar a hablar de lo que os vengo a hablar, empecemos por el principio: ¿de dónde salen los vampiros? Pues veamos, los vampiros no son o no fueron tal y como los vemos ahora. Es más, existen infinidad de “vampiros”. Tíos abuelos, primos quintos por parte de padre… todos ellos esparcidos por todo el mundo (all around the world, bebés). Las formas, los colores y demás son bien variados según el lugar de donde venga la leyenda en cuestión pero la europea es la que se lleva la palma y la que todos conocemos. Si queréis profundizar más en el tema y el inglés no es ningún problema (pareado), podéis hacerle click a este enlace para ver un pequeño video de YouTube en el que nos hablan sobre el origen del vampiro y cómo surgió el mito que hoy en día conocemos. Este último es el que me interesa especialmente y del que hablaré ahora.

La leyenda que con más fuerza ha llegado a nuestros días es de donde seguramente os estaréis imaginando: de la gente rumana, pero en Albania, bueno, diremos el Este de Europa y ya está. Como iba diciendo, este vampiro de la tradición popular es el más parecido al “nuestro” ya que comparten muchas de sus características. Bueno, en el enlace queda excelentemente explicado, pero en su esencia, lo que quería explicar era esto. El vampiro es un monstruo que viene del folklore tradicional y su función era infundir terror.

Ahora que ya lo he dejado todo bien clarito puedo empezar con el asunto del título y del que os quiero hablar: ¿qué le han hecho al vampiro? Pues diría que la “culpa” recaería en una cosa: los modelos de Calvin Klein, Abercrombie (no Joe, por favor, Joe es demasiado perfecto como para pervertir a los vampiros), etc. seguro que entendéis a lo que me refiero, y si no, ahora os lo cuento.

¿Qué es el vampiro Calvin Klein?

I'd rather be SHINY!
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