O empezamos bien o no empezamos |
Este es el
primer relato que ofrece El hombre sin nombre y es una gran manera de empezar.
Al ser novelas cortas, las reseñas van a ser a escala. Empecemos. No sé hasta
qué punto explicar, así que utilizaré la sinopsis que podéis leer en la web de
los ronin.
“Un mercader y sus guardias aparecen muertos en las
tierras de los Tsubaki, una familia de solo tres guerreros. Los indicios
parecen dejar claro que el asesinato ha sido llevado a cabo por diez samuráis
sin amo que se han visto obligados a refugiarse en la aldea por culpa de una
tormenta de nieve.
Con ayuda del rōnin
Sanjuro, que vive en una cabaña en el bosque, los Tsubaki consiguen
apresar al cabecilla de la banda. Pero todo se complica cuando descubren por la
insignia de su katana que no se trata de un rōnin cualquiera,
sino de un Saito, y por tanto perteneciente a una de las familias más poderosas
e influyentes de la región.
Tsubaki Kenko
sabe los muchos problemas a los que deberá enfrentarse su familia si el asesinato
no se esclarece pronto. La única solución es llevar al asesino Saito a otra
provincia y confiar en que los hombres del shōgun se hagan eco del caso.”
El
ritmo y el estilo de escritura
Esta es una
novela corta que yo me leí casi del tirón (como el resto del libro), pero esta
en concreto, era un pasar de páginas constante, sumergido en la acción
completamente y atrapado por el frenético y directo estilo de escritura de Víctor
Blanco. Las descripciones son muy gráficas y las escenas de pelea son muy
vívidas en tu mente. He de confesar que la muerte de cierto personaje me causó
un movimiento de tripas interesante. Estoy seguro que los que leáis esto y
hayáis leído el relato, sabréis a cual me refiero.
Pero también
tiene algo malo, claro que sí, y en un principio empezó a molestarme pero hacia
la parte final crees que no pasa nada aunque si lo hubiera trabajado (más)
sería excelente:
Desarrollo
de personajes
La virtud es
también su defecto “dos caras del filo de la misma katana” (citando a Carlos
Bassas), y sí: el estilo tan ágil de Víctor hace que no puedas parar a pensar
en la personalidad de los personajes y encuentro a estos menos trabajados de lo
que podrían. No sé si habrá sido aposta, pero es algo que a mí me ha dejado un
poco frío.
Creo que lo
que sabe hacer Víctor con su prosa (ligeramente poética) es dotar a los
combates y las descripciones de entornos de una belleza que te hace parar un
momento aunque sigues leyendo y la acción no se para y admiras su paisaje.
También es verdad que hay una serie de palabras que aparecen una y otra y otra
vez.
Como otro
punto negativo y el menor de ellos: hay ligeras erratas en el texto; espacios
que sobran o que faltan, y creo que también hay un cambio raro el cuanto a mon’s
hacia el final que me confundió un poco.
Opino que de
los tres relatos, cada uno es una visión del autor que él tiene sobre el género
que están tocando y le da su toque personal. Este es, sin duda, el relato más
fiel al estilo chambara clásico de los tres. Podría ser perfectamente el argumento de
una película de Kurosawa. Felicidades, Víctor. Buenas noches y soñad con los
cuervos (pero esperad que quedan las otros reseñas).
TÍTULO: Solo los
culpables corren (El Hombre sin nombre)
EDITORIAL: Ronin
Literario
AUTOR: Víctor Blanco
PRECIO: 18€
PÁGINAS: 119 (de la
página 11 a la 130)
NOTA: 8/10
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