Todos los que
leemos ciencia ficción o fantasía (o ambos), tenemos una parte “favorita” de
cada género. Una rama que nos gusta más. Quizás sea porque no se haya leído lo
suficiente, o porque te lo has repateado absolutamente todo. Yo, de momento, formo
parte del primer grupo. Pero con un poco de tiempo, mi pico tendrá más mellas,
y seré un pájaro sabio.
En fantasía, para
empezar, es uno de los géneros que se puede abordar de una manera más amplia
(al menos, en mi opinión). Desde la prehistoria hasta nuestros días, e incluso
hasta más en el futuro (aunque la ciencia ficción se le asemeja bastante. Así que
mi premisa queda desmontada). Pero, ¿por qué se diferencia en ocasiones (o
siempre) la fantasía del sci-fi? ¡Si son prácticamente lo mismo! Hay criaturas
que pueden ser monstruosas o de la misma forma que los humanos. ¿De qué os
estoy hablando? ¿Ciencia ficción? ¿Fantasía? En el fondo, da igual. En su obra,
Tolkien nos dice que hay unas “tierras” a las que él dio el nombre de las Tierras Imperecederas. Un lugar que
no está en la Tierra Media, y la forma
de llegar a ellas, es en barco (una nave). Es otro planeta en un mundo de
fantasía.
En el sci-fi, hay
tecnología avanzada que te permite hacer cosas que nosotros solo podemos
imaginar. Por ejemplo: la teletransportación. ¿No se parece mucho a los
portales en muchas obras de fantasía? Rollo World
of Warcraft (aunque no sea un libro). Seguro que hay muchos más elementos
de este género que son reinterpretaciones del otro y viceversa.
¡Pero en este
artículo, yo quería hablaros de los subgéneros, coño! ¡Ya me estoy yendo por
las ramas! Ya va siendo hora de que hable de lo que venía a hablar, ¿no?
¡Cállate, joder! ¡Cállate y escribe! Subgéneros: ¡vamos allá!
Antes de nada; yo
soy alguien que ha leído más fantasía que ciencia ficción, que conste. Dicho
esto… ¿qué tenemos en la fantasía? La clásica: El Señor de los Anillos, El
Hobbit, etcétera. Obras que todos conocemos y de las cuales, muchos autores
han (hemos) tomado como inspiración para escribir fantasía clásica moderna.
Espada y
brujería: Robert E. Howard, el creador del bárbaro Conan; es el padre de este
subgénero que todos conocemos, ¿no? Pues si no es el caso, básicamente es el
viaje del prota (un tío que lleva una espada de tres pares de cojones), hasta
la torre/castillo/cueva/guarida del malo malote que quiere destruir el mundo
con un ritual chungo. Y antes de que el prota llegue ante el brujo, hay una
serie de monstruos y enemigos muy chungos que debe vencer. Como una misión de
un RPG. ¡Ah! Y hay mujeres en paños menores. Eso es básicamente, en la mayoría
de las ocasiones. Ahora, es un género más que
masticado que fue exprimido hasta la última gota entre los 90 y los 80,
si no recuerdo mal.
Fantasía épica. Muy
parecido al primero, y que durante mucho tiempo, fue una copia constante y casi
descarada de Tolkien. Actualmente, parece que está floreciendo de nuevo.
Autores como San Brandon Sanderson, San Joe Abercrombie y San Patrick Rothfuss
serán los encargados de alzarla de nuevo (aunque no estoy seguro de si la Crónica del Asesino de Reyes es
fantasía épica… me parece que no). Una flor en una pila de mierda.
La fantasía
urbana. Este género es casi totalmente desconocido para mí. No sé si Harry
Potter entraría en esta categoría. Cazadores
de Sombras, Harry Dresden… no sé más sobre este.
Tenemos a Terry Pratchett, que es un caso aparte.
Ya tenemos
suficiente sobre fantasía. Ahora, hablemos del sci-fi.
Iniciemos este otro
vistazo al otro gran género. E igual que en la fantasía, empecemos por la
ciencia ficción clásica: Yo, Robot,Fundación, de Isaac Asimov. Viaje al centro de la Tierra, 20.000 leguas de viaje submarino, de
Jules Verne. El Juego de Ender (no
estoy seguro de si ponerlo en este subgénero o en el siguiente), Fahrenheit 451, Dune… todas (o casi todas) son pilares que han sentado bases y han
creado un género. ¡Ah! La Guerra de los
Mundos. No domino tanto la ciencia ficción, así que no profundizaré
demasiado.
Luego tenemos la
rama bélica. La rama de tiros, explosiones, naves con ametralladoras láser. ¡PUM!
¡PUM! ¡PUUM!: la ciencia ficción militar. Aquí tenemos a Warhammer 40.000 (o 40k), con las sagas de La Herejía de Horus y sus ¡MARINES ESPACIALES! (rayos… guitarras
eléctricas… testosterona…) los Fantasmas
de Gaunt, etcétera, etcétera, y otro muy largo… etcétera. Eso en lo que
concierne a Warhammer, que por cierto, también hay sagas de fantasía. Novelas
de Dan Abnett. Algunos lo tildan como “El mejor autor de ciencia ficción bélica”,
es el autor de los Fantasmas de Gaunt, si le llaman “El mejor”, será por algo.
En este subgénero, encontramos posibles diferencias respecto al mundo militar
actual o al de la época en la que se escribieron estas novelas: armas de fuego
láser, las mujeres están plenamente integradas en el ejército, naves espaciales,
y sigue. Bueno, ya tenemos suficiente de esta rama.
Distopía o
antiutopía: un género en el que el autor se imagina en el que, mediante la
crítica de un aspecto de la sociedad que no le gusta, hace que este aspecto
haya subyugado a dicha sociedad. Como se puede apreciar en 1984 de George Orwell, Fahrenheit
451, El Talón de Hierro, entre
muchos otros, son un ejemplo de este tipo de literatura. Y luego está la
versión moderna y para adolescentes y con (sarcasmo ON) una gran cantidad de detalle,
trabajo y dedicación, y ningún tópico que se repita en la mayoría de “sagas”
(sarcasmo OFF). Tales obras como: Los
Juegos del Hambre, Divergente, y toda una recula de novelas que son copias
la una de la otra. No quiero decir nada más al respecto, por favor.
Y luego tenemos
al steampunk, dieselpunk, cyberpunk y
otras. Pero de estas sí que no tengo el más mínimo conocimiento, así que lo
vamos a dejar pasar, dándole la misma importancia que cuando llegaron. Punto y
final. Gracias.
Me parece que ya
he hablado mucho, y que el artículo me está quedando muy largo. Tengo que confesaros
que solo me he leído un par o tres de libros de sci-fi por el momento (hay
cinco o seis en mi lista de pendientes, y con un poco de tiempo, ya me podré
considerar un “lector” de ciencia ficción). Una parte de este artículo ha sido
sacada de otros artículos que he ido leyendo. Y otra parte, ha salido de lo que
vienen siendo mis plumosas partes. De lo que yo he aprendido de mi propia
experiencia.
Y con esto, y un
bizcocho, hasta otro día a la hora que yo quiera.
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