Hace poco, empezó la segunda temporada de Daredevil y
yo acabé de ver la primera. No es ciencia ficción ni fantasía, pero se basa en
un cómic ergo tiene cabida en este sitio. Entonces, si sois un poco listos, ya
habréis adivinado sobre qué voy a hablar hoy.
Todos conocemos al personaje de Daredevil y Matt
Murdock, ¿verdad? ¿Me ha parecido ver una mano levantada en señal de desconocimiento?
(suspiro de decepción) Pues nada, lo explico rápidamente: Matthew (Matt) Murdock
alias: Daredevil, es un abogado que de niño quedó ciego tras tener un
accidentillo con cierto producto químico. Era hijo del “conocido” boxeador Jack
“Battlin” Murdock que fue asesinado por los matones de unos mafiosos al negarse
a perder un combate. Jack quería que su hijo no fuera como él y que estudiara,
Matt lo hizo y acabó graduándose en derecho y formó un bufete de abogados con
su amigo Foggy Nelson. Todo esto sucede en la Cocina del Infierno o Hell’s Kitchen, como prefiráis, un
barrio de Nueva York. Eso es más o menos quién es Matt Murdock, pero de noche
se viste un traje rojo (que hasta el final de temporada no aparece) y sale por
ahí a dar patadas en el culo y en los huevos. ¿Ha quedado más o menos claro?
¿Sí? Bien. Empecemos pues.
Estoy de pie en la cocina. No recuerdo a qué he venido,
pero es de noche y estoy a oscuras. Miro a mí alrededor, por la ventana de
donde entra la luz de la calle. ¿Qué hago aquí? Oigo un ruido fugaz entre las cortinas.
Veo su sombra en el suelo, sobre la luz anaranjada de las farolas de la calle.
Me acerco a ellas lentamente. Mis pies descalzos notan la fría y dura
superficie del suelo alicatado con baldosas pulidas. No sé por qué, pero no
enciendo la luz en ese momento. La sensación de que hay alguien conmigo en la
habitación me recorre todo el cuerpo. Nadie más vive en mi apartamento, un
cuarto piso en una calle poco concurrida. ¿Quién iba a entrar a mi casa a las
tres de la madrugada? La sensación persiste. Esa molesta sensación que invade
mi ser me persigue y a cada paso que doy va en aumento.
Ya que estos días no estoy en el nido, y no tengo mis notas sobre subgéneros, hoy va a haber un artículo diferente. En el artículo sobre distopía, se mencionó V de Vendetta. Yo no la había visto (no me asesinen, señores... no me asesinen), pero desde ese día estuve pensando en ella y cuando la ví, lloré arcoíris distópicos por cada uno de mis ojos de la cabeza.
En esto que
estando ya en aquel campo, descubrieron cuarenta o cincuenta montones de paja,
ya atados después de la cosecha. Y cuando el buen don Quijote los vio, le dijo
a su escudero: 
Habéis flipado con el título, eh.
Bueno, basta de chistes malos y subamos al tren para ir a la siguiente estación:
Urban fantasy como dicen los modernitos de los cojones. El subgénero que vamos
a tratar hoy, es un género prácticamente desconocido para mí. Es como el
cirílico, sabes que existe pero no te atrae mucho, al menos a mí. Pero mi deber
es informaros sobre él, así que me he tenido que documentar un poco más de lo
que estaba (0). Al no tener ni pajolera idea de este, no esperéis un artículo
muy largo. Ahora sí, sin más dilación: Fantasía Urbana.
Dije que habría
una nueva sección del blog, y el artículo sobre la película de Deadpool fue
como una especie de aperitivo para dar paso a este rincón en el que se va a
hablar de cómics. Aún no se ha decidido la frecuencia con la que se va a… “publicar”
teníamos pensado en que fuera mensual. Si os parece bien o no, nos lo decís
aquí abajo. 
