¿Sabéis qué es lo bonito de Netflix? Que no tienes que
esperar una semana y luego otra semana para ver los capítulos de la serie que
estás siguiendo. Ellos cogen y dicen: Enga,
mancebos del corrá’. Hartaos hasta que no podái’ má’, gorrinos. Bueno, eso
lo diría el yayo de la granja, ellos son americanos… sería algo más parecido a
tirar las sobras de un restaurante chino a un callejón lleno de bichos
hambrientos mientras suena DMX (todo esto en cámara lenta, por supuesto).
¿Y a qué vienen todas estas gilipolleces? Os estaréis
preguntando (o al menos fingidlo, que me dais una alegría), pues que me vi la segunda temporada
de Daredevil en menos de lo que canta un gallo, eso es lo que pasa. E iba a
dejar este artículo para dentro de una semana o dos, pero ya que es de
suculenta actualidad y está recién sacado del horno, pues mejor que mejor.
Aviso (voy a hacer este artículo como las reseñas de
The Top Comics): la primera mitad de este post no contiene spoilers ni se hará referencia a la trama; en la segunda… habrá
fiesta hasta el amanecer con alcohol y sustancias parecidas al Nesquik (a veces
me pegaría a mí mismo por la cantidad de gilipolleces que llego a decir). ¡Pero
basta ya de chorradas! Hemos venido aquí a hablar de una serie y no nos vamos a
ir sin haberlo hecho, joder. ¡Que carguen los ninja!
Ya llegó la segunda temporada de la serie Daredevil.
Si estáis leyendo esto, será porqué abráis visto la primera, ¿no? ¿NO? Pues si
no es así, ¡vedla! Y también pasaros por la reseña(enlace) de la primera, ¡que
es gratis, mancebos! Bueno, la segunda temporada está aquí y sigue con la
historia de Matt, Foggy, Karen y los demás.
Ahora que Fisk está entre rejas, ha llegado un tipo
nuevo a la ciudad. Un tipo que se toma la justicia por su parte, pero que en
lugar de dar palizas como nuestro querido Daredevil, pues les mete un tiro ahí
en toda la jeta y a dormir y no te levantes. ¿Que quién es? Oh, vamos; lo
sabéis bien… ¡correcto! Frank Castle alias The Punisher (que conste que esta
parte solo es apta para los que hayan visto la primera temporada previamente o
tíos mu’ locos que vayan de rebeldes por la vida).
Con esta premisa, nos llegan otros trece capítulos que
tela marinera con la Cocina del Infierno. ¡Ah! ¿Os acordáis del artículo de la
primera en que dije que no era ciencia ficción? Pues ya no estoy tan seguro de
ello… en fin: la reseña.
Tenemos una buena historia en esta temporada. De la
misma calidad que la primera (aunque aquí hay más de un solo enemigo a combatir
pero que parece ir en la misma dirección). Tenemos a nuevos personajes que son
bastante atractivos a nivel de personaje (en esta mitad no voy a decir cuales
son), además de reencontrarnos con otros que ya habíamos tenido el placer de
conocer. Después de estas palabras, solo huelga decir que los personajes siguen
siendo igual de excelentes y creo que los antiguos cogen cada vez más
profundidad a la par que los nuevos se van modelando.
La atmosfera de la Cocina del Infierno se va volviendo
más y más oscura (en mi opinión), estando cada vez más presente un tipo de
crimen más salvaje y con menos “clase” como lo era el que Wilson Fisk
orquestaba. Aunque en apariencia, sigue teniendo el mismo tono… un tono adulto
que a la vista resulta colorido en las escenas nocturnas en las que se
contrasta la oscuridad con luz intensa o de distintos colores (esto se mantiene
hasta en escena que ocurren de día). Ah, y no nos olvidemos de la sangre. La
sangre que no falte, por Dios.
Las escenas de acción siguen estando muy bien
coreografiadas, tenéis que saberlo. Gran parte de las armas de fuego que
aparecían en la primera temporada se sustituyen por armas de filos y los puños.
No entraré en más detalles por el momento.
No puedo hablar de la música porqué, sinceramente, no
me acuerdo y además no fue uno de los detalles a los que presté más atención,
¿sabéis? Están pasando demasiadas cosas chulas como para pararte a escuchar la
música.
Y ahora, si queréis que os diga la verdad, tengo una
urticaria general por no poder hablar libremente sobre lo que pasa de verdad en
esta temporada, así que… ATENCIÓN: Esta parte contiene spoilers sobre lo que sucede en la segunda temporada de Daredevil
de Netflix. Se advierte a los usuarios que no hayan visionado dicha temporada,
no procedan a la lectura de los siguientes párrafos… avisados estáis, yo ya he
cumplido.
Uf, me siento libre, ahora. Bien pues, corderitos
(anda que no hacía tiempo que no decía corderitos), preparaos para la fiesta
(DMX de fondo en 3… 2… 1…).
De los mejores trajes |
El personaje de The Punisher es algo grandioso. Super
humano, y cada vez que tiene la oportunidad de sincerarse casi me saltan las
lágrimas. La escena en el cementerio del capítulo 4, por el amor de Dios… ¡qué
bonito! El cuento de su hija y todo lo demás. Luego te acuerdas que ha
asesinado a casi treinta personas o más y… a mí no se me pasó. ¿Qué haríais
vosotros en su situación? Yo, citando al Guild
Wars 2 con una frase que me gustó mucho:
“Que los Dioses evacuen los intestinos corruptos de una bandada de cuervos sobre sus cabezas”
Ya me habéis entendido. Qué bonita frase. También me
gustó mucho las dudas que tiene Daredevil hacia el final de temporada hacia si
debería matar a unos ninja o no (al menos, eso me pareció a mí).
Ahora, en el siguiente punto, debo aclarar que el
traje rojo clásico me encanta ¿sí? Pero el traje negro de la primera temporada,
el que se basa en lo dibujos de John Romita Jr (yo voy dejando datos sueltos
para a ver si adivináis cuál va a ser uno de los próximos cómics… ahí lo dejo).
Que sí, la armadura tal y cual. Me gusta que haya una buena razón para que
tenga ese traje, eso sí. Es como dijo Foggy: Creía que los superhéroes os hacíais los trajes vosotros mismos. Vamos
a ver, ¿quién se va a creer que un chaval de quince años (QUINCE) se haga un
traje de mallas con ese nivel de detalle y que quede tan bien? Es decir… ya me
entendéis. Lo que yo creo que sería más realista, sería ir con un chándal de
colores pintado con spray. Algo casero, hasta cutre. El que sea una especie de
fabricante de armas/diseñador/ingeniero/lo que sea, es quien le hace el
traje/armadura y por una buena razón (luego está el detalle de los nunchakus
extensibles de los cómics, pero molan demasiado como para pararse a buscarle
pegas).
El personaje de Elektra, lo encuentro uno de esos
típicos que al principio no los tragas y te dan mucha rabia, pero llega un
momento en el que sin comerlo ni beberlo te cae bien. No hay una razón que te
parezca válida; te cae bien y punto. Pues eso creo que pasa con Elektra. Quizás
puede ser el hecho de que poco a poco, Matt le vuelve a tener el cariño que una
vez le tuvo.
Iba a poner a Elektra, pero no hay posters molones |
Bua, pedazo artículo me ha quedado. ¡Y creía que el de
subgéneros era largo! Bueno, en definitiva. Daredevil sigue en forma y espero
que la tercera temporada esté al mismo nivel que sus predecesoras o un poquito
por encima. A todos nos encanta ver al Hombre sin miedo de Netflix (mentira, es
de Marvel) pateándoles el culo a los malosYa hice la ficha en el anterior post, así que hoy solo
voy a dar mi puntuación: 9,4/10
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