Debo agradecer
encarecidamente a las chicas de El Barco de Caronte la
colaboración que tuvieron conmigo hace un tiempecito. Ellas me descubrieron un
libro del que no sabía nada; no hace falta que diga cuál es porque lo pone en
el título. Me hice con él en Sant Jordi, y en unos pocos días me lo he leído.
Concretamente cinco. Tengo que decir que son unas doscientas páginas y que está
ilustrado, que conste. Pero eso no quita que sea un gran libro con una gran
historia, una muy emotiva que solo con unas pocas palabras han conseguido que
este corazoncito de cuervo se estremezca de tristeza por un segundo (pero en
varias ocasiones).
En la portada de este libro,
pone que el autor es Patrick Ness, aunque parte de la idea original de Siobhan
Dowd, que murió tempranamente a la edad de 47 años. Esto consta en una especie
de prólogo (al menos en mi edición). Este libro, como dijo la Srta. Mortis, ha
sido adaptado a una película que se va a estrenar este año. El director que se
ha encargado de llevar a cabo este proyecto ha sido J. A. Bayona; director de:
Lo imposible y El Orfanato.
Hay algo que quiero comentar
por separado antes de centrarme en la reseña en sí; y son las ilustraciones de
Jim Kay, las cuales creo que encajan bastante bien con el tono del libro en
general: oscuras y con figuras de un contrastante color blanco, llenas de
detalles y de simpleza a la vez. Unas ilustraciones que a mi parecer son muy
buenas. Sobre todo los dibujos del monstruo y del resto de elementos naturales
(árboles, arbustos, etc.), además de las lápidas que aparecen. No quiero
ponerme a divagar mucho sobre este aspecto, ya que quizás podría haber
contradicciones e incoherencias entre las cosas que digo, porque le encuentro
puntos fuertes y puntos débiles, aunque no estamos aquí para que dé mi opinión
sobre las ilustraciones. Yo he venido aquí a
hablar de un libro.
Bueno. Como he dicho antes,
me he leído este libro en un santiamén casi. Voy a dejar una cosa clara: la
historia no es gran cosa, si queréis que os diga la verdad; ya que en sí es
bastante simple, pero la manera que tiene Ness de decir las cosas para que las
interpretes de una manera que crees acertada pero resulta ser lo contrario
porque luego te recuerda lo que había dicho y resulta que eras tú el que estaba
equivocado. La mayoría de las veces pasa cuando el monstruo entra en escena,
pero… ¿qué monstruo? ¿A qué viene el título? Yo os lo cuento y os hago un poco
de resumen del argumento.
La historia se nos cuenta
desde el punto de vista de Conor O’Malley: un niño inglés de trece años que va
a un instituto normal, pero ahí sufre abuso escolar por parte de unos compañeros; que
no entiendo qué tienen a ver con la trama, ya que parece que todo esto esté a
parte, ya que no afecta a los dos otros “pilares” de la novela, pero que
mientras te la lees no estorban para nada. Los padres de Conor están
divorciados; estando viviendo su padre en Estados Unidos con otra mujer con la
cual tiene una hija. Mientras, en Inglaterra, la madre del protagonista es
víctima de un cáncer. Teniendo este percal, podéis imaginaros cómo será la vida
de Conor en este momento. Y para rematarlo, tiene una terrible pesadilla con la
que sueña cada vez que se duerme. Pero una noche, exactamente a las 00:07, el
tejo que hay en el cementerio de la iglesia que está cerca de su casa y que
Conor puede ver desde su ventana, echa a andar para ir a verle. El chico cree
que es un sueño, ya que siempre se despierta después de hablar con el monstruo,
pero siempre hay cosas extrañas a su alrededor: hojas y bayas por el suelo (en
un par de ocasiones). Eso te hace cuestionarte si el monstruo es real, pero hay
puntos en los que piensas todo lo contario y entonces tu mente explota.
En esta historia varios
personajes; como en la mayoría de historias del resto de la humanidad, digo yo.
Y algunos de ellos son (evidentemente) más importantes que otros. Como
principales tenemos a Conor, al monstruo, a la madre de Conor y a la abuela de
Conor; porque no sé si lo sabéis, pero solo la mitad de los personajes sino
menos tienen nombre aquí. Eso es algo que no me ha terminado de cuajar. Que sí,
que te cuentan la historia desde la perspectiva de Conor y no irá por ahí llamando a su madre, a su padre o a su abuela por el nombre (hay gente
que lo hace, que yo sepa), pero creo que hubiera estado bien saber sus nombres,
porque en algunos puntos se hace muy repetitivo que siempre sea “la madre de
Conor” o “su abuela” o “dijo su padre” o simple y llanamente “Conor”. Mira que
hay maneras de llamar a la gente, eh. Podías poner “el chico” por ejemplo. Pero
no, siempre es Conor, y que algo se haga repetitivo en un libro me molesta. No
es una distracción en este caso, pero creo que podría haber sido una alternativa
a tomar por parte del autor. Lo que sí creo que tienen es credibilidad, ya que
en el transcurso del libro te van contando cositas, o mediante los diálogos,
ves cosas de cada personaje: la madre de Conor, que está cansada y abatida por
su cáncer y que siempre intenta aparentar que está bien cuando no lo está para
que su hijo no sufra aunque ella sabe que Conor sabe la verdad. La abuela “moderna” y estricta, obsesionada con
el trabajo, seria. El padre que intenta mantener una relación de padre e hijo
pero que la distancia le impide e intenta que su hijo acepte la situación
aunque sabe que es difícil para él. Es todo un cúmulo de cosas que a mí no me
han desagradado.
El lugar en el que pasa la
historia es casi “inexistente”. Sabes que hay la casa de Conor, la de la
abuela, el instituto y el hospital, punto. Sabes que están en Inglaterra o al
menos en el Reino Unido, pero nada más. En realidad, no hacen falta nombres,
pero creo que sería más fácil ponerte en situación, creo yo. Al menos decirte
el nombre de la calle en la que vive el protagonista, o el nombre de la iglesia
que hay al lado del tejo (el árbol/monstruo).
Es un libro bastante corto,
con lo cual el ritmo es bastante veloz y ágil. Yo no tuve la sensación de que
fuera demasiado deprisa o que se dejara cosas en el tintero. Además, creo que
la parte del colegio no afecta demasiado en lo que concierne al resto, como he
dicho antes, aunque también creo que es como una “excusa” para podernos mostrar
con más profundidad por lo que Conor está pasando y porqué deja que le peguen.
Creo que Ness ha hecho un muy buen trabajo con la creación de los personajes,
aunque también creo que su historia de abuso en el colegio es otra más que ya
hemos oído tantas veces, pero no por eso menos grave.
En cuanto al papel que
desempeña el monstruo en esta historia, os diré que es uno de los más importantes.
Lo que no voy a hacer es contaros demasiado sobre él, ya que por la razón que
os acabo de decir, pues es justo que no diga nada.
Ahora que llego al final del
artículo, me vuelvo a preguntar si esta es una novela de fantasía. Por una
parte, tenemos todo el asunto del monstruo, que se lleva a Conor a sitio “mágicos”
digamos, además de las ramas, bayas, hojas, etc. que aparecen cuando despierta.
Pero por otro lado podría decir que todo este asunto es cosa de la mente
confundida y asustada de un niño que está viviendo una situación demasiado
traumática y encuentra una manera inconsciente de encontrar una verdad dentro
de sí mismo. Aunque repito: las hojas y bayas del suelo son bien reales; así
que le voy a dar el calificativo de fantasía, no estando del todo convencido
aún, pero no hagáis caso de mis titubeos.
Solo me resta deciros una
cosa más: si algún día llegáis a tener de leer Un monstruo viene a verme de Patrick Ness, podéis confiar en mí cuando
os digo con toda seguridad que os lo leáis. No os arrepentiréis de ello; eso
sí, si sois de lágrima fácil coged un paquete de Kleenex, porque aunque esta novela no haya logrado ablandar lo
suficiente mi corazón de cuervo sin sentimientos, sé cuándo lo que leo te puede
hacer llorar o no.
TÍTULO: Un monstruo viene a verme (A monster calls)
AUTOR: Patrick Ness (idea original Siobhan Dwod)
EDITORIAL: Debolsillo
PÁGINAS: 223
PRECIO: 14,95€
NOTA: 8,6/10
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