La primera vez que supe de
este libro fue en Twitter. La editorial Fantascy había hecho un retuit (creo)
de la contraportada de un libro (de esto estoy seguro), en cuanto la leí hubo
un cosquilleo que recorrió todas y cada una de mis plumas. Mi intención era ir
a Gigamesh para asistir a la presentación y llevarme mi ejemplar firmado, pero
esta gente no es solidaria y organiza cosas molonas entre semana; cuando la
mayoría de los mortales no tiene tiempo para pasarse un par de horas. Pero al
cabo de cinco días de que saliera a la luz, me lo encontré en la librería y
ahora aquí me tenéis: unos pocos días después con el libro terminado y listo
para reseñar. Damas y caballeros, esto es El
Dios asesinado en el servicio de Cabelleros, de Sergio S. Morán.
En el artículo del Ministerio del Tiempo dije que no soy un gran fan de la cultura audiovisual
española, pero eso no se traduce a la cultura literaria aunque no he tenido
tanto contacto con ella como desearía. Este libro cuyo título no me molestaré
en volver a escribir hasta la ficha técnica ya que es endemoniadamente largo,
no me ha decepcionado en absoluto; es más, te arroja información sobre
mitología que yo personalmente desconocía. Algo que en parte me escuece en el
alma y en otra parte no, ya que la mitología es una de mis mayores aficiones
desde polluelo. Aun así, Morán no se va a salvar de un par de puntos que me han
escocido en mi corazón y en lo que se verá afectada su puntuación (no creáis
que es nada serio).
Me estoy enrollando
demasiado, ¿no? ¡Empecemos, pues!
La historia sucede en
Barcelona, lo que la hace que la sientas más próxima (en el caso de que el
lector viva en España, y hasta donde yo sé este libro no ha salido de la
península hasta la fecha, solo faltaría)… bueno, en realidad comienza en una
autopista cercana a Burgos, pero la intención es lo que cuenta. La historia en
sí, sí que se desarrolla en Barcelona. Todo se nos cuenta desde el punto de
vista de Verónica Guerra alias Parabellum y la cual resulta ser la
protagonista: una detective paranormal que está al servicio de humanos e
inhumanos siempre y cuando se le pague.
En este libro que creo que
será el primer volumen de una serie de libros (crucemos los dedos), partimos de
la siguiente premisa: en el Rainbow’s Arse, un pub de la ciudad en el que
acuden toda clase de ser mitológicos y paranormales que habiten en sus calles,
aparece un cadáver en uno de los retretes del lavabo de hombres. Kilian, el
dueño, una especie de duende primo de los leprechauns amante de la cerveza y
con una gran variedad de tacos que escupe casi hasta cuando estornuda (a mí me
cae bien Kilian). Resulta pues, que el cadáver del váter es el de un dios. Uno
que parece ser desconocido. La tarea de Parabellum es descubrir quién lo mató,
porqué y sobretodo: sacar el cuerpo del dios del baño, ya que Kilian teme por
la “integridad” de su local.
Dicho esto, ya estáis
mínimamente situados en la historia. No hay ningún spoiler en lo que os he
contado. A partir de esto del cadáver, se desencadenan una serie de escenas muy
cómicas (irónicamente); en especial una que involucra a unos guardias civiles
que a mí me hizo mucha gracia, la verdad. ¡Ah, sí! Este libro contiene bastante
humor aparte de unas dosis más que evidentes de fantasía y mitología a partes iguales.
Después de un ligero
aperitivo de lo que resulta ser la historia, la cual si se ve desprovista de
los elementos fantásticos resulta ser una novela policíaca actual bastante
típica, podemos empezar a hablar de los personajes:
No son unos súper profundos
con la rehostia de matices y mierdas varias, no: son personajes que a mi
parecer son bastante humanos (incluso los que no lo son), ya que se nos cuenta
lo suficiente (más o menos) sobre ellos para que veamos sus intereses y demás
cosas. Así pues, tenemos a Roberto: la pareja de nuestra protagonista, Arancha
o también Doña Lola de María: la mejor amiga de Verónica y que se dedica a la videncia,
Kilian: el del bar, Carlos Armesto: un presentador de televisión, y algún que
otro descendiente de las gorgonas; no profundizaré en individualizar a los
personajes, ya que podría chafaros parte de la historia. Solo diré que más o
menos puedes ver qué le pasa por la cabeza a cada uno de ellos, su manera de
ser y su manera de pensar. Pero si no os importa, me gustaría hablaros de
Verónica Guerra: Parabellum.
Es una mujer que lleva
bastantes años en contacto con lo que ella llama continuamente: El inframundo
de Barcelona. Se conoce demasiado bien su profesión hasta el punto de que casi
nada la sorprende (no confundir con pillar por sorpresa). Una chica que tiene
un evidente pasado y que no se nos cuenta. En este punto, yo veo dos opciones:
Morán quiere mantenernos intrigados para que sigamos leyendo los siguientes
libros que sacaría en un futuro; lo que en parte resulta muy bueno, pero por
otra (y llegamos así a la otra opción), Morán no quiso contarnos casi nada de
Verónica para hacerla un personaje más misterioso; lo cual desde mi punto de
vista es respetable a medias. Representa que tu protagonista se está “sincerando”
con el lector, contándole lo que piensa y lo que siente; si no nos cuentas nada
de ella, haces que sea más difícil empatizar con la protagonista. Conoces a
Verónica, te cae bien, pero entre tú y ella hay una cierta distancia que no
debería estar (o al menos no ser tan pronunciada).
Eso es lo que creo yo
sinceramente; pasemos ahora al mundo: Barcelona.
¿Qué más quieres? Es
Barcelona, ya está. Todo el mundo la conoce. Te describe los sitios concretos
en los que se desarrolla la acción (los más importantes); el resto simplemente quedan
en la imaginación y eso es todo, no hace falta nada más.
Tenemos pues el siguiente
aspecto en la novela y que resulta ser el pilar fundamental de la misma: la
mitología. Concretamente, la griega y la nórdica. Saber que aparece la griega,
no es ninguna sorpresa tras ver la portada. La nórdica aparece más tarde, pero
no creáis que os he reventado nada. También tenemos ligeras pinceladas de otras
mitologías, aunque solo son personajes secundarios que aportan riqueza a este
mundo intermitológico. Y es aquí donde aparece mi primera queja. Es un spoiler,
así que lo marcaré con cursiva para los que seáis más atrevidos o para los que
ya os hayáis leído el libro.
Kinnara según Google imágenes |
La parte en la que Parabellum se encuentra con el kinnara me
parece estupenda, pero al no tener ni zorra idea de lo que es un puto kinnara
(como la mayoría de los lectores), lo buscas en Google. Morán nos dice que son
el equivalente hindú de los centauros; pero tú buscas “kinnara” en Google y lo
primero que ves son fotos de tíos con cuerpo de pavo real de cintura para
abajo. Te plantan esto en la cara y piensas: ¿este tío de dónde viene? Me
parece que tenemos conceptos distintos de lo que es un caballo. Luego si miras
con más profundidad, los kinnara eran mitad pájaro o mitad caballo en otros
casos. Ya os he dicho que no eran fallos garrafales ni nada por el estilo,
llamadme quisquilloso si queréis, pero es lo que me pasó a mí. No sé, quizás
debería pasarlo por alto, pero mi primera impresión fue esta y costará que
cambie.
Centauro... según todo el mundo |
Ahora que ya me he
desahogado, podemos hablar de la narrativa:
Estoy especialmente contento
en este aspecto, ya que el lenguaje que utiliza es muy cercano a informal, lo
que creo que puede atraer a jóvenes nuevos lectores hasta este maravilloso
género o a la lectura en general. Bueno, siempre y cuando pasemos por alto las
palabrotas… ¿pero a quién coño le importan? A mí desde luego, no. Me reafirmo
en este punto. Su manera de escribir me gusta.
Y para ir terminando,
quisiera decir que creo que Morán se ha inspirado en la serie de Fábulas (puede que pronto haya reseña
del primer cómic, no os prometo nada). No en sentido negativo, copiando lo que
ya hay en los cómics, sino como un homenaje. La atmósfera de la historia es muy
parecida y además tenemos el hechizo de glamour.
La única diferencia entre uno y otro, es que en este último aparecen seres
mitológicos y en el otro son personajes de cuentos y fábulas. Aunque también tiene un
ligero aroma a esa serie de dibujos animados llamada Martin Mystery que seguro
que todos conocéis (he dicho ligero aroma, que conste). Y si somos más rebuscados todavía y nuestro repertorio de lecturas es más amplio, podríamos decir que este libro es una versión más light y a la "española" de Harry Dresden; lo cual es bastante molón.
Hasta aquí llegamos por hoy.
Espero que os haya gustado o al menos que os haya informado al respecto de este
libro que creo que vale la pena leer. Si os habéis decidido a leerlo os animo y
si ya lo habéis leído, ¿qué os ha parecido? Me despido y nos vemos pronto. Buenas noches y soñad con los cuervos.
TÍTULO: El Dios Asesinado en el servicio de
Caballeros
AUTOR: Sergio S. Morán
EDITORIAL: Fantascy
PÁGINAS: 336
PRECIO: 14,95€
NOTA: 8,3/10
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