domingo, 28 de agosto de 2016

Lektu es una droga



Una vez empiezas... ya no puedes parar

Una buena música para leer este post y dejar la vida pasar.

Ya había oído hablar de Lektu y hasta había entrado y tal. Un tiempo después descubrí lo del pago social, y un poco más tarde dije: ¡Amo’ a echallle’ un vittaso’!... Al cabo de unos 15 minutos, repito: 15, ¡QUINCE! Ya tenía ocho libros en mi cola de descarga y es que sí, como habéis leído en el título: Lektu es una puta droga.

Me remito a las pruebas. Fijaos en esta tajante declaración de ButtHole, uno de los booktubers más de moda (suscribíos a su canal, que os vais a reír fijo), a mi pregunta sobre si Lektu era o no una droga:



La verdad, ¿lo es? En mi opinión: sí. Porque lo es y qué la hace tan especial es lo que me propongo a exponer en las siguientes líneas y párrafos.

Primero de todo, es una plataforma al alcance de todos… al alcance de todos que tengan un dispositivo móvil u ordenador e internet, pero como es lo más normal eso la convierte en algo sumamente accesible y fácil de utilizar. ¿Tengo audiencia en la Atlántida o algo así? Si ese fuera el caso tampoco os excluiría, ya que tenéis internet... pero no aparecéis en mis gráficos de tráfico...

El diseño no es lo más espectacular ni trabajado del mundo, pero su función es clara y concisa: la foto de la portada, el título, la forma de pago y si es con dinero, pues el precio o el promedio (esto lo aclararé más adelante).

Si queréiss ir de tranquis os puedes ir donde pone “Temas” y buscar el que más os guste, a partir de ahí váis mirando y remirando. ADVERTENCIA: llevad una lupa o unas gafah’ del serca’, porque hay temas con tan pocos libros que apenas son visibles al ojo humano. Os pongo algunos ejemplos.

martes, 23 de agosto de 2016

¿Qué pasa por su cabeza?: El Joker

Porque reír es bueno, así que reid y reid siempre que podáis

¿Qué mejor canción para hablar de este gran personaje que la que le hizo un tío del que me encanta su trabajo?

Si hay un personaje que me guste en esta vida por encima de cualquiera que haya leído en un libro, en un cómic o manga, o haya visto en una película o en una serie, este es sin dudíssima: El Joker. Sí que tengo que decir que en realidad la mayoría de cosas que sé de este cabronazo psicópata no es porque haya leído muchísimos cómics, es algo que pienso remediar con el tiempo. Pero es que he estado dándole muchas vueltas al tema de los personajes en general y cuáles me parecen mejores que otros y, la verdad, aún no he encontrado a ninguno mejor que el Maestro del Crimen de DC.

Tal vez este post se salga un poco de la temática regular de este blog, pero a veces a este cuervo le gusta abrir la patata rancia que tiene por corazón y contaros cosillas.

Realmente, no recuerdo exactamente cuál fue el primero que vi, pero solo hay dos versiones posibles: el de Hamill (de la serie animada de Batman de los 90’s) o la de Nicholson (la película de Batman de… casi los 90’s). 

He de deciros que con el tiempo he ido descubriendo otros Joker’s… los que ha habido, básicamente, y aunque no he visto mucho el de César Romero, sí que he visto el resto en cuanto a animación y cine se trata. Y puedo decir con total certeza que mi favorito es el de Mark Hamill (teniendo su risa de tono de notificación) seguido del de Ledger.

Pero bueno, está muy bien que me guste el Joker y tal y cual, pero ¿por qué me gusta tanto este personaje y qué podemos sacar de él para aplicar a nuestros propios personajes? Pues esperad a acabar este párrafo y os lo cuento.

jueves, 18 de agosto de 2016

¿Sabéis qué? Los escritores y editores no son dioses



Hay algunos que escriben así de rápido, y van a 3 libros por año.

Prepost: (Si te quieres reír durante un rato, mira este GIF escuchando dubstep... sobretodo Skrillex)

Escuchar música cuando se lee siempre lo hace más ameno e inmersivo... click aquí.

Después de un título tan poético, podemos empezar. ¡Primero de todo! La idea de este artículo me la dio una persona que ya la tengo en mi corazoncito de pájaro animágico como si la conociera desde hace años... pero por correspondencia. Estoy hablando de Alister Mairon (click en el siguiente enlace, que iréis a su blog… pero primero leed mi artículo ¡maldita sea!). 

Porque sí, es verdad; todos tenemos a los escrtiores/autores/editores como si fueran criaturas todopoderosas que viven casas por encima de las nubes, con librerías de cinco metros de altura, chimeneas de piedra y una butaca de piel rojiza desde las que escriben sus obras maestras con un laptop de Apple o una Underwood (máquina de escribir para los del fondo de la clase… es broma). 

Pero en realidad viven unas vidas puede que hasta más normales que la tuya y la mía. Seguramente bajen a comprar el pan en chanclas a la panadería de la esquina los domingos por la mañana y escriben cuando vuelven de trabajar (o no… hay que ese es su trabajo) en un ordenador con Windows XP y Microsoft Word 2003 porque no les da para uno de los nuevos (esto es una dramatización, que ahora no se me ofenda nadie).

¿Y cómo he llegado a esta conclusión? Porque he visto lo que pasa en el Celsius, aunque no de primera mano *lágrima, lágrima, lágrima*. Pero si he estado en alguna presentación en Gigamesh y he conocido a los editores de Ronin Literario (y he me he sentado en una silla de una terracita a tomar algo con ellos y otros un par de veces… creo que esto es restregar, encaja con la definición de la RAE).

sábado, 13 de agosto de 2016

Sucide Squad (Reseña) Algo que podría haber llegado muy alto

Han cogido mi corazón, lo han tirado, lo han pisoteado, escupido y defecado y de vuelta al pecho















Buena música para acompañar a la reseña: ¿Qué mejor que Queen?

Siento decíroslo, pero Suicide Squad no es la película que todos estábamos esperando. Es verdad que tampoco esperábamos que fuera V de Vendetta, no es ninguna de Tarantino ni ninguna de Kubrick, pero es que tampoco ha llegado tan alto como esperaba. Antes de nada, sabed que va a ser una reseña totalmente en broma (aunque el tono sea alegre y dicharachero, lo que diga no aconsejable tomárselo a broma), no creo que pueda escribir nada serio durante más de dos párrafos, y otra advertencia es que voy a mencionar detalles “importantes” en la película.

Hay muuuchas cosas que no están bien en esta película y una de ellas y la que más me duele es decir que el Joker no ha llegado a la altura (está a la altura de la peli en sí, pero no lo que yo y todos queríamos), y algo que ha contribuido en que rechinara el pico en sus apariciones ha sido el horrible doblaje que ha tenido al castellano. Me voy a ir por las ramas, lo veo, pero me da igual. En la versión original, Jared Leto tiene un tono de voz y una manera de hablar que no me parecen para nada mal, un tono más grave y… no lo sé. ¡En la versión castellana (ya me dolió no poder verla en V.O.) fue como si hubieran cogido de los huevos al actor de doblaje durante todo el rato y le hubieran entafonado una nube de azúcar deshecha que se le pegó a los dientes y la lengua!

Tan solo lleva fundas, como una ortodoncia, pero parece que el señor actor de doblaje no ha llevado ortodoncia o unas fundas para los dientes en su vida. Es muy lamentable que le hayan hecho esto a un personaje como el Joker a.k.a. El Guasón en Suramérica. No tengo problema alguno con la estética del personaje; es más, me gusta, pero su manera de ser es lo que me ha reventado.

En un momento, sale un tío muy tatuado y con pendientes y cosas de chungos y se mira a Harley, el Joker le dice que se la da para que se la tire porque le parece que está buena. Él le dice, como es normal: “No J, es tu chica” y así porque sí va y le dispara en la puta almendra. Y es que este es el principal problema de la película:

lunes, 8 de agosto de 2016

Stranger Things (Reseña) Cuando Netflix la volvió a liar



Imaginad que las patatas son Stranger Things y que yo soy Eleven.

La mejor música para leer este post: el tema principal de la serie.

En Netflix son muy avispados, creo que le ponen el mismo cariño a sus series que una mamá a las galletas que prepara para sus hijos la mañana de Navidad (por decir algo). Y es que ya me han vuelto a robar el corazón con la última de sus series; así es, como habéis leído en el título: Stranger Things.

No puedo hablar desde mi propia experiencia, ya que soy demasiado joven, pero creo que de los que nacieron entre 1970 y 1980/85 esta serie les puede traer muchos recuerdos de infancia. Son solo ocho capítulos, pero esos ocho capítulos vas a sufrir como un condenado y serás esclavo de Netflix por varias horas (en mi caso, ya que la vi entera en 24 horas o puede que menos).

Y con esta serie he desbloqueado dos logros nuevos en mi colección de logros personales: 

La primera serie que he visto en inglés sin subtítulos… bueno, menos el primer capítulo y los veinte primeros minutos del segundo, pero lo hice por necesidad, para probar como sabían el uno y el otro, y al final acabó venciendo la V.O. (obviamente).

El segundo logro es que esta serie ha sido la primera (incluyo también películas) que he visto en toda mi vida y que me ha hecho llorar. No como una niñita, con lagrimones grandes como panes cayendo de mis ojos, pero si lágrimas.

Bueno, ya llevo un trozo hablando y divagando sobre esto y aún no he empezado, pero dejadme un poco más. En esta reseña puede que comente detalles cruciales sobre el desarrollo de la serie, así que te recomiendo que la veas antes de leer este artículo (deseamos que vuelva pronto), aunque debes verla igualmente. Yo ya he avisado, si decides seguir, allá tú. Empecemos con la reseña de Stranger Things de Netflix.

Noviembre de 1983: Mike, Lucas, Dustin y Will están en el sótano de este primero con un asunto muy gordo entre manos… matar a un Demogorgon en Dragones & Mazmorras (o Dungeons & Dragons para los más puristas). Esto ya se ganó un lugar en mi corazoncito, porque yo soy lo que se conoce como friki. Un friki que juega a juegos de rol, por supuesto ¿por quién me habéis tomado? ¡Que me conozco Gigamesh de cabo a rabo! Sigamos. Por lo visto, no es sano jugar durante 10 horas seguidas a D&D, por lo que se hace tarde y deben volver a casa.
Me he visto en la obligación moral de poner este GIF.

miércoles, 3 de agosto de 2016

Tráilers de la Comic-Con (Análisis)

Estos señores molan, ¿habéis visto este Joker? ¡UF!
La Comic-Con nos ha traído tráilers y, joder, anda que no molan los que hemos podido ver estos días. Tenemos, por ejemplo (y por fin) el primer tráiler de la película de Wonder Woman, el de una nueva película de King Kong, o simplemente Kong; parece que en esta nueva, el mono no va a ser como en la de 2005, este es tocho, muuuuy tocho. Es tochísimo. En este post me vais a acompañar en el análisis (poco exhaustivo pero análisis al fin y al cabo) de dichos tráilers. Y si eres un cacho de vago que le da pereza ir hasta YouTube y buscarlos, tranquilo, el tito Cuervo te los dejará aquí. Así pues, ¡que empiece el análisis de los tráilers que nos ha traído la Comic-Con de San Diego de 2016! (esto lo llego a poner en el título y no me lo admite por exceso de caracteres) Tenéis que imaginar una fanfarria con cornetas y toda esa mandanga.

(Ah, disculpas por este tamaño tan pequeño con la letra. Estoy trabajando para arreglarlo)

Bueno, para empezar, ¿qué tenemos? Pues echemos un vistazo a la lista de tráilers: Wonder Woman, Kong: Skull Island, Animales fantásticos y dónde encontarlos, Justice League, el tráiler definitivo del Suicide Squad, King Arthur: Legend of the Sword, Doctor Strange y The LEGO Batman Movie.

Primero de todo. Solo voy a dar mi opinión y lo que espero de  cada película, no voy a comentar cada escena ni nada, porque creo que tenéis suficiente criterio como para formaros vosotros mismos una opinión a partir de lo que vais a ver ("respaldada" mejor digamos acompañada de la mía). Ahora, sin más preámbulos, ¡que comience!
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