martes, 27 de septiembre de 2016

Afro Samurai (Reseña) Es algo que se hace esperar


Buenas tardes tenga usted.

La intro mola, eso sí.

Yo un día estaba por YouTube viendo vídeos (raro quehacer en YouTube pensaréis) cuando de pronto digo así de gratis: Me voy a ver Afro Samurai. Le doy al click a uno subtitulado, por si acaso, y me pongo a ver el primer capítulo. 26 minutos más tarde estoy mirando la pantalla y pensando: ¿Qué cojones acabo de ver? ¿Qué cojones es esto? Y es que este anime es muy raro. Son solo 5 capítulos de 26 minutos más o menos en los que hay tajos, sangre, unas leyes de la física difíciles de comprender más allá de One Piece o Dragon Ball y ¡el PUTO NINJA DE LOS COJONES QUE NO CERRARÁ LA PUTA BOCA HASTA EL FINAL! Y no me refiero al final de la serie, sino a cuando lo matan. ¡Oh, es un spoiler! No, es la promesa de que Samuel L. Jackson cerrará la boca en algún momento.

Los que hayáis visto la serie sabréis porqué digo que esto es muy raro, y esto es lo que me propongo a contaros yo hoy aquí y ahora.

Según se dice por ahí, el manga en el que se basa la mini-serie cuenta la “historia” de un personaje que existió en la época de los shoguns, daimios y samuráis; este era un señor negro, que no era samurái, simplemente servía a no sé qué señor pero al autor del manga se la sudaba todo y… pues eso. Tenemos un Japón del siglo XVII con samuráis negros, unos monjes locos (teniendo a uno que escucha Dubstep con unos auriculares to’ molones), robots asesinos, ballestas lanzagranadas y cintas de pelo que ondean cuando no hay viento.

Y ya de entrada os digo que (al menos a mí) a priori no es una serie que al terminar el primer capítulo digas: Voy a ver el siguiente porque no puedo con este misterios que me corroe las entrañas y que sé que puede dejarme secuelas si no lo hago. No. Pero por azares del destino decides ver el segundo y por mucha casualidad, pensando que ya que solo son 5 capítulos puede que veas el tercero, si ya no tienes nada que hacer te ves el cuarto y entonces en mí caso dije: ¡Hostia, cómo mola! Al cuarto capítulo. Cuarto capítulo. CUAR-TO. Me pasé un 60% de la serie pensando que era aburrida, sin sentido y en general una mierda, pero resultó ser que no; ¿sabéis qué os digo? Que eso me enfureció mucho.

*Chupetones* Aquí no hay nada que ver. Prosiga, buen lector *Chupetones*
Me enfureció porque la intención de un libro, un cómic/manga, una película o una serie es engancharte desde el primer momento, que te coja de la oreja y tire de ella para mantenerte sentado, que no te levantes y sigas mirando, pero si te pasas más de la mitad del tiempo que lo que estás viendo no vale nada, es que no lo vale.

Para que veáis que no exagero, os contaré de qué va la historia principal, un poco de sinopsis:

Afro era el hijo del antiguo Número Uno, rollo el mejor guerrero que ha existido. El Número Uno solo puede ser retado en combate por una única persona, y ese es el Número Dos. Que diréis: ¿y cómo se sabe quién es el Número Uno y el Número Dos? Por unas cintas que lo ponen, ¿qué os esperabais? El padre de Afro (el nombre es terrible, pero como no se nos da otro…) es retado por el Dos y este primero pierde. Aunque hay que añadir que Uno luchaba con una katana y Dos con unos putos revólveres, pero en esta serie todo esto da bastante igual. Y a partir de ahí es una historia de venganza de Afro hacia el asesino de su padre y conseguir así la cinta del Número Uno.

Guau, qué original, ¿eh? Pua, el creador de esto se rompió la puta cabeza. Pero que sea algo que ya hayamos oído no significa que no se puede sacar algo bueno. Hay una parte que está muy bien y es la historia de Afro antes de todo este camino para encontrar al Número Uno, ya que tiene mucha más profundidad y te cuentan mucho más que en el resto de la serie; pero adivinad: Durante los tres primeros capítulos te importa una mierda, como el resto de la serie.

Lo único que diré de los personajes es que lo interesante está en la parte anteriormente mencionada.

Y si me permitís, vamos a hablar de algo serio en esta serie: los combates. Son rarísimos, con unos planos súper epilépticos la mayor parte del tiempo. Estos mismos planos están colocados de tal manera que los personajes adoptan unas posiciones aún más raras, y se deforman y… vedlo vosotros mismos (es del primer capítulo, así que no pasa nada).

Yo os hablaría más de la serie, pero creo que si la veis por vosotros mismos os formaréis una mejor (y distinta) opinión más allá de lo que os estoy contando. Sé que el principio puede hacerse pesado y que diréis: “Paqué” y tendréis razón… pensándolo mejor, dado al sentimiento de estafa que hay dentro de mí voy a hablar, joder si voy a hablar, ¡lo voy a soltar todo! Bueno, las lentejas lo haré después, que no es cómodo cagarse sobre coches mientras se va escribiendo con un portátil.

jueves, 22 de septiembre de 2016

Chronicle (Reseña) Superhéroes sin mallas




¿Qué habría pasado si Spiderman pudiera mover cosas con la mente en lugar de trepar paredes? ¿Qué hubiera pasado si el tío Ben hubiera sido un alcohólico hideputa? ¿Qué pasaría si cuando te dicen “Spiderman” pensaras en la frase “El poder corrompe” y no en “Un gran poder, conlleva una gran responsabilidad”? Pues que tendrías esta película. También me recuerda a la frase que dice Deadpool en su película: “Puede que sea súper, pero no soy ningún héroe.

Pues esta película llamada Chronicle (o Poder sin límites en Latinoamérica) tiene todo esto que os he mencionado en el anterior párrafo y algo más incluso. Y dejadme deciros que mola y mucho.

Antes que nada, decir que vi esta película gracias a un cómic que adaptaba un relato de Joe Hill. El cómic, titulado “La Capa” que se lo leyó y lo reseñó Daniel Perez (alias Mangrii). Yo investigué un chirriquitín y me acabé encontrando con esta película. En menos de dos días ya lo había gosado fuertote papasito y ya la había visto. También aprovecho para decirle hola a Dani porque me apetece y sé que lo estás leyendo *¡HOLAAAAA!*.

Bien, empecemos por lo primero y lo que yo creo que hay que remarcar. Esta película tiene su forma de ser contada. El film se nos muestra a través de las grabaciones de distintas cámaras y distintos dispositivos, aunque sobretodo la cámara de Andrew (el protagonista principal, digamos). Luego se ve desde otras por obvias razones de contexto. Sé que hay otras películas que hacen lo mismo, pero no me pidáis ejemplos, porque no me sé ninguna y no pienso irme a buscar por las redes de la internet profunda.

Pasemos ya a comentar lo que viene siendo el tema de la trama y el argumento del metraje en cuestión *sorbo de coñac añejo y mirada de intelectual*.

La historia sigue lo que le sucede a Andrew Detmer, el típico chaval al que maltratan en el instituto. Hay escenas en las que el propio chico llora porque le asen tol bullying. Pero aquí reside una diferencia (o una semejanza) con Spiderman: tiene un primo enrrollao’. Y el primo lo lleva a una fiesta. Y en esa fiesta se encuentran una cosa to guapa y el tío to popular y tu guapote le dice a Andrew que se traiga la cámara pa grabarlo tete (respirad, respirad). Van a una especie de cueva y dentro hay algo así como un ¿generador alienígena? La verdad, no se nos cuenta, pero no es lo que importa, son superhéroes (más o menos), no les quieras sacar sentido a los orígenes de los superhéroes.

sábado, 17 de septiembre de 2016

Superman: Último Hijo (Reseña) o el fetiche de las páginas dobles


Página doble
Es Superman, ya sabéis cuál es esta canción. Pero le vais a dar click, que lo sé.


¡Hola! Soy Geoff Johns y yo Richard Donner (Director de la primera película de Superman), guionistas del Último Hijo; nuestra historia es la misma que la película de 1980 pero con un punto más interesante (para qué nos vamos a engañar). ¡Y yo soy Adam Kubert! Dibujante de este cómic… y me ponen cachondo las dobles páginas (o páginas dobles, da igual).


A lo largo de la reseña iréis viendo el porqué de este párrafo anterior y el del título, porque sí, Superman: Último Hijo es un cómic que está guay, pero ni de coña llega a la Broma Asesina (siendo un cómic 4 veces más grueso. Lo que importa es la calidad y no la cantidad). Pero tampoco le voy a tirar mierda, porque está bien, y tiene algo que el Hellblazer no tenía: acción y un dibujo mucho más espectacular, la verdad sea dicha.



Y creo que no hay nada más que deba añadirse y por ende hacerse esperar, pues aquí hemos venido a hablar de un cómic y la paja siempre cansa, así que sin más dilación. Damas y caballeros; yo, Cuervo Mellado, tengo el grandísimo honor de presentarles la reseña de Superman: Último Hijo (peazo’ párrafo de relleno que podría haber resumido en dos líneas… equisdé).


(Si veis que se me hace un post corto es porque no he podido rascar más detalles.)

Otra página doble...

lunes, 12 de septiembre de 2016

Life is Strange (Reseña) A.K.A. a kick in the stomach

Ahora al Cuervo le da por poner música en los posts, mi elección para esta reseña es...

¡Hombre! ¿Cuánto tiempo, no? Tengo dos cosas que anunciar: Primero, lo siento por mi ausencia. He estado muy liado tomando el sol... desde mi habitación... jugando a Undertale... en fin. Con todo esto, lo que quiero decir es que: “¿He tenido tiempo? Si”, “¿Lo he usado para hacer algo productivo con mi vida o, más bien dicho, escribir reseñas? No”. Pero qué queréis que os diga, ser un vago es lo mejor del mundo. Y lo segundo: ¡RESEÑA DE LIFE IS STRANGE! *Insertar sonido de matasuegras con un cúmulo de gente al fondo gritando “¡BIEEEEN!”*

No es un matasuegras, pero la intención es la misma

Sea como fuere, vamos al lío: Life is Strange, esta maravillosa entrega de Square Enix, te planta de protagonista a Max Caulfield, una joven de 18 años que sueña con convertirse en fotógrafa, vuelve después de vivir 5 años en Seattle con sus padres a su ciudad/pueblo/sitio natal, Arcadia Bay. Una vez allí, se pone a estudiar en la Academia Blackwell, dónde imparte clases un famoso fotógrafo, el Profesor Jefferson, quien es admirado por ella. 
 
Todo muy bien, hasta que descubre que tiene el superpoder de rebobinar el tiempo, con lo cual, es capaz de retroceder siempre que la cague, y arreglar el error.

Pero no todo es de rosa en el mundo de Life is Strange: una estudiante desaparecida, un niñato psicópata con mucha pasta, fenómenos paranormales, y eso sólo en el principio. Misterios y secretos rodean todo Arcadia Bay, y estos tendrán que ser descubiertos por Max y su “compañera”, Chloe Price, su amiga de la infancia que, tras que Max se marchara justo cuando se le murió su padre, se hizo punk con un estilo rebelde y algo de lesbi que hace de este personaje maravilloso.

Con el poder que adquiere Max, puede tanto ayudar a la gente como putearles, mentirles, contarles la verdad, pillarles in fraganti... eso sí, la decisión de como actuar es tuya (Chaos Theory, no os olvidéis). También, este juego premia a la exploración, así que no os dé pereza leer, que se le puede sacar mucho jugo a su entorno.

No esperéis de este juego una jugabilidad semejante a Call of Duty, porque este no se basa casi nada en el gameplay (que tirria le tengo a esa palabra, en serio), sino sobre todo en la historia (es decir, que si habéis jugado antes a Beyond: Two Souls, The Walking Dead o juegos de ese palo y os gustó, este os va a enamorar). Para ser más concreto, que si sois unos casuals y no os gusta nada que no sea pegar tiros, no os lo recomiendo. En cambio, si en un juego os gusta ir tranquilos y lo más predominante es la historia, este juego os va como anillo al dedo.

En cuanto a gráficos, el estilo de esbozo que mola mucho, y los generales, no destacan demasiado, pero están bien para ser de 2013. Pero, en lo personal, me encanta cuando se buguea, y los personajes hablan sin mover la boca, es un detallazo que me recuerda a los doblajes en castellano: 10/10.

En mi opinión, como anteriormente jugué a Beyond: Two Souls, creo que este es una mejora de la fórmula, así pudiendo en una sola partida ver todas las decisiones y, si crees que te has equivocado, volver a atrás. Me ha molado mucho, muchísimo el juego, y de veras, vale la pena. Eso sí, justo antes me “acabé” Undertale. Ahora soy inmune a los chistes malos de adolescentes.

El juego se reparte en 5 episodios al más puro estilo Telltale Game, y se encuentra el primero gratis en Steam (y la Complete Season a 20 euros, menos si lo buscas por páginas de claves externas).


TÍTULO: Life is Strange
DESARROLLADORA: Dontnod Entertainment
DISTRUBUIDORA: Square Enix
PLATAFORMAS: PC, PS3 y 4, XBOX 360 y ONE (¡Life is Strange para  todos!)
NOTA: 4/5 ★★ (No todo puede ser tan perfecto como yo, jijiji)

miércoles, 7 de septiembre de 2016

Una bala en la puta cabeza (Relato)

Escuchad esto para sumergiros más en el relato
Sentado, amordazado y maniatado, el primer sentimiento que te invade es la impotencia. Y conociendo a la gente a la que Paul debía dinero, el miedo también era otro a tener en cuenta.

El ambiente se encargaba también de acentuar el sentimiento. En el fondo indeterminado de la sala oía el goteo de un grifo, constante, incesante, enervante. Un parpadeo casi constante de la bombilla que apenas iluminaba la estancia más allá de tres pasos de inmediatamente debajo de donde se encontraba. Su acelerada y asustada respiración se oía por encima de todo. Recordaba salir del club de los viernes después de haber visitado a Veronica cuando dos matones se cruzaron en su camino. Era evidente que eso era obra de Six Bullets, pero saber quién le había metido en esa mierda no le iba a salvar el culo.

Intentó forcejear contra las ataduras y librarse. Sentía que las cuerdas eran duras, gruesas, ásperas. No sentía los dedos, solo algo al final de sus muñecas, algo sobre lo que no tenía control y que no podía mover. Sentía como los cabos le pelaban la piel, como si fuera papel de lija.

Tener que respirar por la nariz durante tanto tiempo y de manera deliberada, le oprimía el pecho. Hacía que se convirtiera en una tarea más de la que estar pendiente y que solo contribuía en convertir esa experiencia en algo peor de lo que era, si es que eso era posible.

Cerró los ojos para concentrarse, pero seguía siendo imposible. Se rindió ante las ataduras y el miedo. Empezó a temblar y a escudriñar la oscuridad con los ojos llorosos, intentando encontrar algo a lo que aferrarse y mantener la esperanza de que podría salir de ahí. Por alguna razón no pensaba en sus pocos seres queridos ni lo que iba a pasar.

Mientras empezaba a rezar, ya que no veía forma de salir de ahí, habiendo estado más de dos horas mirando a la oscuridad, atrapado en ese lugar desconocido y lúgubre, oyó el chirria de unas viejas y desgastas bisagras; metálicas. Luego, un perezoso bostezo y unos pasos descalzos que se acercaban. En dos segundos, su pulso se había disparado, comprimiendo todas sus entrañas en un amasijo de asquerosas sensaciones que se amontonaban en su confusa cabeza.

Tras unos segundos que se le hicieron eternos, pudo ver a quien acababa de entrar. Era un hombre que debía rondar el metro ochenta, ancho de espaldas. Efectivamente, no llevaba zapatos ni calcetines; es más, no llevaba pantalones ni camisa. Tan solo llevaba unos calzoncillos slip. Llevaba un revólver en la mano derecha y una botellita de plástico y una caja de cartón en la otra. No le prestó atención a Paul y se adentró en la oscuridad. Segundo después, oyó como arrastraba algo sobre el suelo de cemento. Algo metálico, algo con patas. Una silla o un taburete, una silla. Que hubiera alguien con él no le tranquilizaba, pero tampoco le molestaba, sorprendentemente.

Cuando el hombre alto trajo la silla, se sentó ante él, a escasa distancia. Al poder verle bien, Paul sí que sintió verdadero temor. El hombre era extraño. Todo su brazo izquierdo estaba repleto de tatuajes: nombres. Había algunos tachados y espacios vacíos. No había ningún orden en concreto, Paul pensó en la frase “ordo ab chao”, creyó que si fueran los masones los que le tenían, no tendría que preocuparse ni la mitad que estando entre las manos de Six Bullets.

El hombre tenía la piel clara pero sin llegar a ser pálida. Dedos largos y ágiles. Unos labios carnosos y largos. Una nariz aguileña y sus ojos… tan grandes, tan brillantes, tan penetrantes, desgarradores, aterradores, temibles… azules. En su mirada se adivinaba un demente, alguien cuyas únicas sonrisas que conoce son la que abre de lado a lado de la cara con los dientes apretado de la ira y el placer sádico y la que se abre por la carne a través del paso del filo de un cuchillo. Se miraban fijamente a los ojos, pero Paul rehuía. El hombre cogió su rostro con la mano izquierda y chasqueó la lengua, negando con la mirada.


     —Míreme a los ojos, que es de mala educación—la voz de hombre era suave y un tanto aguda, chirriante incluso. Tranquilizadora hasta cierto punto y por ese motivo más temible aún—. Dígame, señor Henson, ¿desde cuando conoce a nuestro amigo en común?—una cordial sonrisa apareció en su rostro.

Mantenía su posición, sujetando la cabeza de Paul para que le mirara fijamente a los ojos. Aunque la mirada del hombre denotaba seriedad y enfado, su sonrisa era amable y cariñosa. Un revoltijo de sensaciones se mezclaba en el estómago de Paul. 
    
     —¿Va a hablar?—tomó la cinta americana desde un lado de su cara, con el dedo índice y el pulgar, por una esquina, y tiró con fuerza. Eso arrancó algunos pelos de su descuidada barba de tres días— ¿Y bien?—el hombre arqueó las cejas—. Oh, perdón, no me he presentado. Puede llamarme Mr. Bonecrack, o sino sin el Mr. si le parece demasiado formal.

Mr. Bonecrack se quedó quieto, con la cabeza ladeada, esperando a que Paul respondiese. Este estaba sudado pero temblaba. El hombre en calzoncillos se rascó el lado rapado de su cabeza con impaciencia. Miró a Paul a los ojos y la mirada que antes podía parecer enfadada no tenía punto de comparación con la nueva. Pura ira psicópata contenida solo por dos pupilas. La mandíbula de Bonecrack empezó a temblar.

Bajó la mirada hacia la cajita de cartón que había dejado entre sus pies. La abrió con un par de dedos y de ella extrajo una bala que puso con parsimonia en el tambor del revólver.

viernes, 2 de septiembre de 2016

Atomic Robo (Opinión-Reseña) Una degustación satisfactoria



También se aplica a compartir el post

Música más que adecuada para un juego tan pulp.

El pasado día 20 de agosto, Loquen y un servidor nos fuimos a las IV Jornadas Roleras de Gigamesh, donde se iba a celebrar una especie de demo del juego de la editorial Nosolorol: Atomic Robo (basado en el cómic del mismo nombre). Íbamos esperando que hubiera varias mesas con tres o cuatro jugadores en cada una de ellas más el master, pero solo había una y solo éramos cuatro que jugamos la partida
 
Realmente me esperaba que más gente hubiera acudido, no sé cuanta fue por la mañana, pero para nada me esperaba que hubiera tan poca participación, la verdad. Y en motivo de lo que acabo de comentar, quiero hacer un llamamiento *chirriar de ruedecillas, un atril con micro se pone delante de mí, hago unas pruebas para que se me oiga bien y cojo el atril con fuerza en MODE PREDICADOR ON*.

Este hideputa seré yo si no asistís
¡CIUDADANOS! El evento de las Jornadas Roleras de Gigamesh no tuvo la participación que esperaba, y por ello llamo a todo aquel que oiga (o lea) este mensaje a asistir a los eventos que se organicen (siempre y cuando no vivas demasiado lejos y puedas pasarte, claro): presentaciones, Jornadas Roleras… presentaciones… siempre que haya algo lo dirán por Twitter y quiero que acudáis en tropel, ¿me oís? En tropel, ¡en tropel os digo! ¡EN TROPEL! Os reto.

Wow, me ha venido un venazo a lo Donald Trump, joder qué asco. Pero bueno, a lo que iba que me voy.

Fuimos a jugar una demo del rol de Atomic Robo y la verdad, lo recomiendo muchísimo para los que se quieran adentrar en este grandioso mundo de los juegos de rol, y os lo digo desde la opinión de uno que no es para nada un avezado en el tema (no he jugado ni diez veces). Hay infinidad de juegos y de géneros. Este concretamente gira sobre unos temas que molan aunque sean bastante típicos, bastante pulp tal y como lo definió el master de la partida. No me podréis negar que no os molaría ir por ahí yendo con un robot heredero ¿“espiritual”? de Nicola Tesla (y su compañía) a disparar y tirar bombas a robots nazis.

Puede parecer algo repateado y sin gracia, pero os aseguro que aunque en general el argumento y los personajes no parezcan gran cosa (siempre teniendo en cuenta la “demo del juego” que probamos nosotros, que no era más que una partida prediseñada para probarlo), pero os garantizo que estando con unos amigos os vais a echar unas buenas risas, pues el humor es un punto clave de este juego. Cuando jugamos nuestra partida se dio una situación con la que nos estuvimos riendo todos un rato (al no haber estado ahí no creo que os haga demasiada gracia, pero la intención es explicarme). 

Os pongo en situación.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...